Cañón Kane
El delantero del Tottenham atrapa a Gary Lineker y lidera a una Inglaterra que rompe barreras psicológicas
JUAN BAUTISTA MARTÍNEZ Harry Kane lleva una mochila con el símbolo del salto de Michael Jordan. A los jugadores de baloncesto que anotan muchos puntos les llaman cañoneros. También a los que revientan porterías. Él lo hace. Sus excelentes temporadas en el Tottenham le han llevado a ser el futbolista inglés de más ascendencia en la actualidad. Hasta el punto de que es el capitán de los pross, una selección que viajó con muy pocas expectativas y escasos aficionados y que está superando fronteras aprovechándose de no tener presión. Inglaterra dispone de una excelente oportunidad para hacer algo grande por fin y si lo consigue será, en buena medida, gracias al portador de su brazalete. Suma seis goles en el campeonato. Ningún inglés conseguía algo así desde el célebre Gary Lineker en México 1986. Ante Suecia puede superarle. Claro, lleva tres dianas de penalti, dirán algunos. Pero hay que meterlos. Que se lo pregunten a Leo Messi o a Inglaterra en general. Hasta la tanda del martes contra Colombia habían perdido tres en los Mundiales y dos en la Eurocopa.
Ha roto por lo tanto una barrera psicológica. Algo que también hay que trabajar. “Cada día en los entrenamientos Harry está ensayando los penaltis. Haciendo un repaso de los que ha chutado en Rusia sólo puedo decir como portero que son imparables. La potencia y la precisión con que los ejecuta provocan que no se pueda hacer nada”, dice el guardameta de la selección inglesa Jordan Pickford.
Kane ha lanzado un total de cuatro, dos ante Panamá, uno contra Colombia en el partido y el último en la tanda. Chutó tres por la izquierda (dos arriba y uno por abajo) y el otro por el centro a media altura.
Ahora puede parecer que Kane es infalible, pero de los 30 que ha chutado en su carrera ha metido 24 (5 de 6 con la selección). El último que falló –lo lanzó fatal, por el centro, por cierto– se lo paró el inefable portero del Liverpool Loris Karius, el que tuvo una ac- tuación lamentable en la final de la Champions.
Fue en febrero, pero ya está olvidado, y más en esta tesitura. “Creo que las tandas de penaltis tienen que ver con la mentalidad, sabíamos que Inglaterra no lo había hecho muy bien hasta ahora y que era importante para nosotros acabar con esa racha”, comentó Kane tras el encuentro. El seleccionador, Gareth Southgate, lo sabe muy bien, pues cometió un error clave como jugador en la tanda de penaltis de las semifinales de la Eurocopa de 1996. Aquella Inglaterra, que además jugaba en casa, estaba mucho más consolidada que la actual. “Somos un equipo con jóvenes y al que le falta experiencia, pero circunstancias tan emocionantes como las vividas ante Colombia son lo que nos permite crecer como equipo. Esto nos va a dar mucha confianza”, opina Kane.
Dentro de este conjunto de promesas, el ariete es la referencia. Ante Bélgica, en el tercer partido de la fase de grupos, Southgate le dejó en el banquillo, y la reacción del delantero no fue la del jugador egoísta que piensa que pierde opciones para quedar máximo realizador del torneo. “Me dijo que estaba bien, que su objetivo era ayudarnos al máximo en los octavos de final. Eso demuestra que es un líder”, recalca el seleccionador inglés. Lo cual no quiere decir que no tenga la portería contraria entre ceja y ceja. “Estoy muy contento por los goles, muy orgulloso. Pero quiero conseguir más, no pararme aquí”, señala el atacante. Hasta el momento es el máximo artillero del Mundial y dispone de una gran ocasión para acabar así. Sólo ha necesitado nueve tiros a puerta para meter seis goles. Una eficacia casi insuperable, la de un futbolista que es visto como un rara avis en su país porque prefiere jugar a golf que irse de fiesta y porque su compañera no es una modelo ni un personaje televisivo sino una amiga de la infancia con la que, por ejemplo, conoció a David Beckham a los 12 años.
Para entonces ya militaba en el Tottenham, que lo reclutó aprovechando que el niño había sido rechazado por el Arsenal. Decían los gunners que le sobraba peso. Llamándose cañoneros cometieron un error imperdonable. A sus 24 años y en su primer Mundial, Kane está dejando huella.
Los penaltis tienen que ver con la mentalidad; sabíamos que Inglaterra no lo había hecho bien en ese aspecto y había que cambiarlo” “Nos falta experiencia, pero estamos creciendo, y una victoria tan emocionante como la de octavos nos da más confianza”