El ataque de Neymar
El brasileño está en el foco de las críticas y los elogios antes de probar a Bélgica
Brasil tiene mística. Es la selección por excelencia en un Mundial. Eso se demuestra con hechos tan ilustrativos como el de que ayer, en la sala de prensa del Kazán Arena, no cabía un alfiler, con informadores desparramados por las escaleras. Neymar no estaba para hablar pero se hablaba sobre él. Por eso el delantero estará feliz. Muchos focos se centran en su persona y su protagonismo se encuentra por las nubes ante el partido delicioso de hoy contra Bélgica en busca de las semifinales. Es lo que él quería, situarse en el foco principal en el Mundial, su único objetivo desde que se lesionara en el PSG. Desde que empezó el torneo, su presencia mediática sólo ha hecho que multiplicarse.
Porque dentro del campo está creciendo, como se pudo comprobar con su actuación decisiva frente a México, y porque más allá de sus habilidades se lleva las iras de los rivales y de personalidades del mundo del fútbol por su teatralización de las caídas. “Es una vergüenza para el juego”, señaló, sin citarlo, el seleccionador mexicano, Juan Carlos Osorio. “No sé por qué sobreactúa. No necesita hacerlo. La gente se ríe de él por esto”, comentó el exfutbolista alemán Lothar Matthaus. Otras leyendas como son Gary Lineker o Éric Cantona se han pronunciado en la misma línea, mientras que ha salido en su defensa su compatriota Ronaldo Nazário: “Las críticas que hacen sobre él son bobadas. Neymar utiliza de manera inteligente su movilidad para defenderse de las patadas”. Está de acuerdo con el brasileño una de las estrellas de Bélgica, Lukaku. “Neymar no es un actor. Los rivales juegan muy duro contra él. En el futuro será el mejor del mundo y estoy muy feliz de enfrentarme a él por segunda vez”.
El futbolista del PSG, autor de dos goles en el torneo, ha recibido 23 faltas en cuatro partidos pero lo que se le echa en cara es la exageración. Un cálculo sobre su comportamienfutbolistas. to indica que ya ha estado tendido sobre el césped quejándose 14 minutos, incluida la acción en que fue pisado por el mexicano Layún y en la que pareció retorcerse de dolor para luego levantarse como si tal cosa. Ante el ataque sobre su jugador sale a la palestra su seleccionador, Tite, una especie de padre para sus “Los entrenadores, que se dediquen a entrenar, y los futbolistas, a jugar”, afirma el técnico, que el otro día no dejó contestar una pregunta a Neymar en una rueda de prensa para que su jugador no se metiera en un lío. Intenta que la atención se coloque en las habilidades futbolísticas de su pupilo. “Ha trabajado muchísimo para llegar en condiciones. Sólo él sabe lo que ha sacrificado para ponerse a punto. Lo ha hecho a toda velocidad porque siempre está casado con la excelencia. ¿Que si exagera las caídas? Cada uno tendrá su opinión. Lo que me interesa es cómo está jugando y no sólo a la hora de regatear y pasar, sino también en las transiciones defensivas, en el comportamiento colectivo y en la ocupación de los espacios”, se extiende Tite con paciencia pero también con firmeza. Lo paradójico es que el técnico, en el 2012, censuró a Neymar cuando, como técnico del Corinthians, se enfrentó al Santos. “Es un mal ejemplo para mi hijo”, espetó entonces.
Para Neymar y para todo Brasil, que hoy no puede contar con el sancionado Casemiro pero que recupera
Matthäus, Lineker y Cantona arremeten contra el delantero, mientras que le defienden Ronaldo y Lukaku
“Lo que me interesa de Neymar es cómo está jugando”, dice Tite, que en el 2012 censuró al futbolista
a Marcelo, ahora llega el momento de confirmar las buenas sensaciones que está transmitiendo. Porque delante tendrá a un adversario con muchísima calidad, que le puede esconder el balón y que está capacitado para el intercambio de golpes. Claro que en este terreno de emboscadas y contraemboscadas, a campo abierto, Neymar se encuentra muy a gusto. Una cosa está clara. Pase lo que pase, esta noche se hablará de Neymar.