Protesta con botes de humo contra un Bus Turístic
Pisarello califica el acto de “iniciativa simbólica”
Arran vuelve al ataque con su campaña contra el turismo en Barcelona. Dos miembros de la organización juvenil afín a la CUP que viajaban en un Bus Turístic esperaron a que el vehículo llegara a la parada de Port Olímpic para colgar una pancarta (“Paremos la masificación turística en los Països Catalans”) y lanzar un par de botes de humo en la parte superior descubierta del vehículo que no causaron desperfectos ni alteración del servicio.
La acción de ayer forma parte de la campaña anunciada hace unas semanas por la organización independentista que comenzó con el encadenamiento de unos activistas en el dragón del Park Güell y que ayer mismo registró un incidente idéntico en un autobús turístico de la ciudad de València. La actuación recuerda también el ataque que Arran llevó a cabo en julio del año pasado contra un Bus Turístic en las cercanías del Camp Nou provocando el pánico entre los pasajeros, que creyeron ser víctimas de un atentado terrorista.
Las reacciones a este nuevo incidente no se hicieron esperar y fueron contrapuestas. Por un lado, el primer teniente de alcalde del Ayuntamiento, Gerardo Pisarello, quiso restarle toda importancia y calificó de “simbólica” la acción de Arran. “Lo que necesitamos –añadió el número dos del Ayuntamiento– es un debate sobre el futuro del turismo en la ciudad; el turismo es importante y debe ser una actividad sostenible”.
Totalmente distinta fue la lectura hecha por los grupos de la oposición, que condenaron sin paliativos la acción del grupo antisistema. Jaume Ciurana (PDECat) afirmó que “no se puede tolerar que con este ataque, para defender un determinado modelo de la ciudad, se ponga en riesgo, además de la imagen de Barcelona, el bienestar de las personas”.
Carina Mejías (Ciudadanos), a través de Twitter, acusó a la CUP de seguir atacando activos turísticos y de “arruinar” el turismo de Barcelona, por lo que exigió a la alcaldesa que “condene y denuncie los hechos y no siga mirando hacia otro lado”.
También Twitter fue el medio utilizado por Alfred Bosch (ERC) para condenar la acción. “Llenar de humo un Bus Turístic no tiene ninguna justificación. No tienen ninguna culpa ni los turistas ni los trabajadores del autobús. Buscar un modelo turístico de más calidad es incompatible con la violencia”, escribió el dirigente republicano.
El socialista Jaume Collboni señaló que “la mejor manera de exigir una buena gestión del turismo no es asaltando buses turísticos”, y advirtió a Pisarello que “disculpar, suavizar y atenuar actuaciones violentas es un grave error”.
Por su parte, el presidente del grupo municipal popular, Alberto Fernández, instó a la alcaldesa
Pisarello quita importancia a una “iniciativa simbólica”, y la oposición ve en riesgo la imagen de la ciudad
a actuar jurídicamente contra una formación que se abona al “turismo borroka”. Fernández tachó de “irresponsable” la valoración que el primer teniente de alcalde hizo del incidente, algo que, en su opinión, demuestra la “permisividad” del gobierno municipal hacia la turismofobia.
La acción contra un bus turístico en València tuvo lugar en el paseo de la Albereda pocas horas después que la de Barcelona. Arran ya ha advertido que en los próximos días seguirá actuando.