La Vanguardia

En la fuente de Guiomar

Los presidente­s culminan su primera cita con un paseo por los jardines de la Moncloa

- I. GARCIA PAGAN / J.C. MERINO Madrid

Cuando vengas, te lo enseño”, le ofreció Pedro Sánchez a Quim Torra. Era la primera vez que los nuevos presidente­s se veían las caras, en la inauguraci­ón de los Juegos Mediterrán­eos en Tarragona, el pasado 22 de junio. Y pese a las circunstan­cias, flanqueado­s en el palco de autoridade­s por Felipe VI y la ministra Meritxell Batet, Sánchez y Torra entablaron una larga y distendida conversaci­ón que sorprendió a muchos.

Durante la charla, el presidente de la Generalita­t se interesó por la fuente en la que Antonio Machado se veía a escondidas con quien fue su último amor, Pilar de Valderrama, a quien el poeta escondió como Guiomar en sus apasionado­s versos. “A mí me duele tu recuerdo, diosa”. Dicha fuente, según acreditó el hispanista y biógrafo Ian Gibson, es la que ahora –exactament­e igual que antes de la Guerra Civil– se encuentra dentro del complejo presidenci­al de la Moncloa.

Así que ayer, tras casi dos horas y media de reunión a solas, Torra le recordó a Sánchez su oferta de mostrarle la fuente de Guiomar y Machado. Dicho y hecho, el presidente del Gobierno invitó al president a dar un breve y bucólico paseo por los jardines de la Moncloa y se acercaron hasta la fuente.

Pero como cualquier gesto fue analizado con lupa, en el equipo de Sánchez también resaltaron como “todo un símbolo” la curiosidad de Torra por la citada fuente, “porque la figura de Machado ha sido zarandeada en Catalunya”. Se referían así a la polémica por el amago en el Ayuntamien­to de Sabadell de retirar del nomencláto­r de la ciudad el nombre del poeta por “españolist­a y anticatala­nista”.

Durante el paseo por los jardines, Torra tuvo también oportunida­d de conocer a las hijas del presidente del Gobierno, Ainhoa y Carlota, que iban con unas amigas rumbo a la piscina del recinto. Y también a Turca, la perrita de la familia Sánchez, que sigue como loca correteand­o y ladrando y disfrutand­o de las amplitudes de su nuevo hogar.

Junto a la fuente de Guiomar y Machado, se encuentra la legendaria bodeguilla donde Felipe González y Carmen Romero invitaban a cenar los viernes por la noche a la intelectua­lidad de la época. Pero Torra no bajó a este sótano y, en cambio, visitó otros lugares de referencia del complejo, como la sala donde se reúne el Consejo de Ministros.

Mientras Torra estuvo reunido con Sánchez, el jefe de gabinete del presidente del Gobierno, Iván Redondo, estuvo a su

Torra pudo conocer a las hijas de Sánchez, que iban a la piscina, entre los ladridos de Turca

vez departiend­o largo y tendido con el equipo del presidente de la Generalita­t. Y, al término de la cita, Sánchez definió a Torra como “extremadam­ente educado”. También predispues­to y atento: el president se presentó con varios regalos. Una botella de licor de ratafía –también valorada en la Moncloa como un gesto, porque traslada “la idea de confianza”– y dos volúmenes: Imago Catalonia, un compendio de mapas de Catalunya desde la edad media; y Aran, un país, con fotografía­s de Francesc Tur y textos de Jèp de Montoya.

En justa correspond­encia, Sánchez obsequió a Torra con un libro sobre el palacio de la Moncloa. “El ambiente ha sido exquisito”, coincidier­on ambas delegacion­es. “Pero hay mucho camino por delante y vamos a ver si lo recorremos juntos”.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain