La lengua de Lukaku
El belga ha visto todos los partidos de las tres últimas Premier
“Lukaku, Lukaku, en francés”. “Lukaku, Lukaku, en inglés”. “Lukaku, Lukaku, una respuesta en portugués”. “Por favor, Lukaku, ahora en español”. Y el delantero se para una y otra vez con paciencia franciscana, se supone que a repetir lo mismo en cada idioma. Habla seis, aunque después de practicar el castellano ya estaba cansado. “Spanish press”, le dice al jefe de prensa de la federación belga encogiéndose de hombros y con un gesto de desesperación, porque había casi más medios españoles que de su país en la zona mixta del estadio de Kazán tras el partido ante Brasil. “El encuentro contra Francia va a ser muy complicado, nos conocemos muy bien, hay que dar otro paso adelante”, dijo el atacante.
A sus 25 años, Lukaku es el líder espiritual de Bélgica. Antes de cada encuentro, en el corrillo que se realiza sobre el césped, es el encargado de tomar la palabra y lanzar el último mensaje motivador. Los jugadores de Bélgica no hacen la piña tradicional de 11 en el centro del campo, la confeccionan de 23, y en la banda, para que los suplentes también sean protagonistas del momento. “Siempre les digo que hay que creer, pelear al 100% por los sueños e ir al máximo en los partidos”, dijo el futbolista del Manchester United. “El éxito es de todos los convocados, del entrenador, los ayudantes, los utilleros... Si hemos llegado hasta aquí es porque somos una familia”, concluyó.
Está dotado de una gran fuerza interior y le ha costado mucho afianzarse en la élite. “Cuando marcaba goles era el delantero belga, y cuando los fallaba me convertía en el jugador de origen congoleño”, confesó. Su infancia estuvo marcada por las penurias económicas de su familia. En este sentido, recientemente explicaba que su madre tenía que mezclar la leche con agua para que durara la botella toda la semana y que corrían ratas por dentro de su casa, pero que poco a poco fueron saliendo adelante.
Sobre todo, con trabajo. A eso pocos ganan a Lukaku. Presume de haber visto todos los partidos de la Premier de los últimos tres años. Se los graba y los repasa después de los entrenamientos. Quizás es porque cuando era pequeño no tenía televisor y no podía disfrutar ni de la final de la Champions. En el colegio todos sabían qué había pasado menos él. Ahora se entera de todo.