Los 9 grandes del Mundial
Los cuatro semifinalistas del Mundial juegan con un ariete. Son grandes, poderosos, impertinentes y defienden como nunca. Francia tiene a Giroud, 31 años, 1,93 de estatura; Bélgica, a Lukaku, 25 años y 1,91; Inglaterra, a Kane, 24 años y 1,88; Croacia, a Mandzukic, 32 y 1,90. Ninguno de ellos marcó en los cuartos de final. Se consiguieron once goles, de los cuales siete fueron de cabeza, y lo más aproximado a un delantero centro que anotó fue Griezmann. Pero los arietes del Mundial son imprescindibles. No sólo por sus goles.
Cada uno de los cuatro equipos clasificados tiene un nueve fuerte y peleón y un acompañante rápido y burbujeante. En Bélgica es Hazard quien impone el desborde, la velocidad, la inteligencia en vertical. Griezmann y en ocasiones (al menos en una de forma brillante) Mbappé son los que rodean a Giroud y se aprovechan cuando baja el balón. Rebic, por la izquierda, serpentea para dejar más libre a Mandzukic en Croacia, como hace también Sterling con Inglaterra.
Los franceses tienen una selección parecida a la que ganó la Copa del Mundo en 1998. En aquel equipo, en el centro del campo estaba Deschamps, el actual seleccionador francés. Zidane era el Griezmann, Djorkaeff aportaba la magia mientras que un nueve grandote y prácticamente anónimo como Guivarc’h se peleaba delante. En el medio, Karembeu y Petit hacían de Pogba y Kanté. Da la sensación de que el técnico de la selección francesa se siente cómodo con una serie de perfiles. En esta ocasión tiene donde elegir.
Inglaterra juega con Harry Kane, Hurricane, delante, al estilo de como lo hacía el gran Gary Lineker en el Mundial de 1990, cuando Bobby Robson llegó a las semifinales con Inglaterra y sólo cayó ante Alemania por penaltis (de ahí debía de venir la famosa frase de Lineker). Pero esta Inglaterra tiene bastante de Pochettino, el entrenador del Tottemham, que ha aportado a cinco jugadores (Trippier, Rose, Dier, Dele Alli y Kane). En total, los spurs tienen nueve jugadores en las semifinales. El United y el City tienen siete, y el FC Barcelona contribuye con cuatro (Dembélé, Umtiti, Vermaelen y Rakitic).
Si el Mundial debía aportar claridad para nombrar al próximo Balón de Oro, con la marcha del trío histórico (Messi, Cristiano, Neymar) el título se ha quedado oscuro a la espera de quién ganará la gran final. Esta vez los premios individuales no están unificados. Por un lado está el The Best de la FIFA, más mundial, y por otro, el Balón de Oro, más europeo. Tal vez es el momento más oportuno para que se cuele alguien diferente. Y puede ser que no sea un nueve. Estos, últimamente, están entretenidos jugando para el equipo.
Ningún delantero centro puro firmó ninguno de los once goles logrados en los cuartos de final