Todo el hemisferio norte sufre un verano tórrido
La ciudad de Ouargla, al sur de Argelia –Sahara–, registró el pasado jueves 51,3ºC. Es probable que esta sea la temperatura históricamente más alta de este país. La Organización Meteorológica Mundial (OMM) considera que el récord de temperaturas en África corresponde a Kebili (Túnez), donde se alcanzaron los 55°C en julio de 1931. Sin embargo, hay dudas sobre la fiabilidad de los registros de temperaturas de la era colonial.
Las altas temperaturas en África coinciden con sucesos similares en Asia o Estados Unidos. El 28 de junio, al sur de Muscat (Omán), se alcanzó una mínima diaria de 42,6ºC, lo que significa que los termómetros no bajaron de ese umbral durante toda la noche.
La estación meteorológica de Furnace Creek (California) registró 52°C el 8 de julio, aunque aún está lejos de su medición máxima (los 56,7°C, de julio de 1913, que marcan el récord en la Tierra). En varios aeropuertos de California se vivieron situaciones inusitadas: en el de Burbank se alcanzaron los 45,6°C el 6 de julio (con lo que se superaron los 45°C registrados en 1971) y en el de Van Nuys se midieron 47,2°C. En la localidad de Chino (cerca de Los Ángeles) el termómetro se encaramó hasta el récord de 48,9°C. En Canadá, la ola de calor combinado con la alta humedad de Quebec han producido docenas de muertes.
Mientras, en Europa, la OMM emitió un aviso para alertar sobre la continuación de los episodios de sequía y de temperaturas superiores a las normales desde Irlanda hasta el sur de Escandinavia, lo que comporta riesgos de incendios forestales y pérdidas de cosechas. En el Reino Unido este julio las temperaturas han superado los 28ºC durante 16 días consecutivos. Y en Siberia también están siendo excepcionalmente altas. El calor extremo se considera un indicador del cambio climático.