Los nuevos héroes
Las jóvenes estrellas de Francia, Umtiti incluido, se imponen a las de Bélgica
Los nombres pasan, el fútbol permanece. Cristiano Ronaldo, después de nueve temporadas vestido de blanco, fue vendido ayer por el Real Madrid al Juventus y en cuestión de minutos las webs especializadas ya se preguntaban quién vendrá en su lugar. ¿Neymar? ¿Mbappé? ¿Hazard? Los nuevos héroes actúan sin piedad, también quienes explican sus jugadas para el mundo. ¿Quién se acuerda de Jan Ceulemans? Sólo los enfermos futboleros de cierta edad. Y eso que fue un tremendo centrocampista ofensivo de zancada larga que, junto a futbolistas como el lateral Gerets o el portero Jean-Marie Pfaff, guiaron a la selección de Bélgica a sus más altas cotas históricas. En el año 80 del pasado siglo (cómo duele escribir eso) fueron subcampeones de la Eurocopa. En el 86 no pudieron ser frenados hasta las semifinales. Fue aquella generación de futbolistas belgas la que acabó con Butragueño y compañía en aquel Mundial, eliminándolos en la tanda de penaltis de cuartos de final.
Bélgica no había hecho nada destacable desde entonces. Sus clubs, tampoco. Los tiempos dorados del Anderlecht, el Brujas o el Standard de Lieja fueron perdiendo el brillo, sus trofeos acumulan polvo. Las nuevas estrellas de su país juegan hoy en la Premier. El mencionado Hazard, De Bruyne (qué extraordinario jugador), Lukaku... Robert Martínez les ha hecho jugar de maravilla en Rusia (“play, play”, repetía el de Balaguer desde el banquillo), pero Ceulemans podrá seguir diciendo de momento que nadie ha llegado más lejos que los de su quinta. Y todo por culpa de Francia, que también tiene sus nuevos héroes. Menudos ellos.
Kylian Mbappé es un cohete supersónico y posee la determinación de los elegidos. Es mentira que sea demasiado joven. A veces es en esas edades (19) cuando se alcanzan las mejores composiciones. Que se lo digan a Mick Jagger, ayer en el palco del estadio de San Petersburgo. Acompañan a Mbappé muchos futbolistas con presente y futuro, caso de Pogba (25), siempre dando la sensación de tener más fútbol dentro, de vivir encorsetado por la táctica, de Griezmann (27), de Varane (25), de Pavard (22), de Kanté (27)... y caso cómo no de Samuel Umtiti. Ayer el central del Barça, descubrimiento singular (por bueno, bonito y barato) del scouting azulgrana, tocó el cielo marcando el gol de la victoria para los de Deschamps. De córner. Sin excesiva mística. Cuando se adelantan en el marcador, los galos se repliegan disciplinadamente. Son tan serios que es muy difícil no imaginárselos campeonando. Han venido a ganar el Mundial. A jugar bien, pues a ratos.
En el palco de autoridades, además de Jagger, estaba el presidente de la República francesa, Emmanuel Macron. Se hizo acompañar en su viaje por el periodista Olivier Guez, por el mítico exentrenador del Auxerre Guy Roux y por JeanPierre Papin, aquel jugador que lo remataba todo dentro, los buenos balones y también las sandías. También se trajo Macron un niño de 12 años llamado Yannel, procedente de los suburbios de París. La propaganda política no tiene límites. Afortunadamente los nuevos héroes no están en el palco.
Mick Jagger contempla a Mbappé desde la grada: el tipo sabe que, a los 19 años, el talento no tiene barreras