Frente político por el ‘Davos digital’
El proyecto sumará unas grandes jornadas, un observatorio permanente y una dimensión social
El proyecto para convertir Barcelona en la sede de un gran foro internacional, donde se debatirían los muchos retos sociales que plantea la revolución tecnológica y digital con el propósito de encontrar soluciones prácticas, dio ayer un paso decisivo. El Patronato de la Fundación Mobile World Capital, la encargada de concretar esta iniciativa que ya tiene nombre oficial (Digital Future Society), se reunió ayer en el Saló de Cròniques del Ayuntamiento de Barcelona para certificar el propósito de materializar una idea lanzada por el anterior secretario de Estado de Agenda Digital, el popular José María Lassalle, y que su sucesor en el cargo, el socialista Francisco Polo, ha asumido plenamente.
Con algunos retoques sobre la idea original, en la que un equipo de la fundación lleva trabajando desde hace algo más de tres meses, todos los miembros del patronato abrazaron ayer definitivamente un proyecto muy ambicioso, que todavía ninguna otra ciudad se ha planteado –no hay tiempo que perder– y que encuentra en Barcelona, reconocida oficialmente como la capital mundial de la tecnología móvil y sede de uno de los mayores congresos del mundo, el caldo de cultivo ideal para desarrollarse.
De la línea de continuidad política trazada sobre el Digital Future Society (DFS) dio cuenta el actual secretario de Estado en conversación mantenida con La Vanguardia minutos antes de la reunión del patronato. “Mantener Barcelona como capital es fundamental y vamos a volcarnos en ello”, aseguró Francisco Polo. “Se trata de responder a preguntas que se hace la gente en la calle, crear un lugar donde debatir y encontrar soluciones concretas a cuestiones como la precarización que puede generar la digitalización, los desequilibrios en el crecimiento y las brechas que produce la transformación tecnológica, la seguridad y la confianza en los medios digitales... De no dejar a nadie atrás”.
La DFS, que contará con un presupuesto de 6,5 millones de euros anuales, todavía tiene muchos aspectos que definir, pero se perfila ya como un proyecto que se sus- tentará en tres patas. Por un lado, un observatorio permanente, con un think tank internacional formado por los mejores expertos en las cuestiones que acaben formando parte del temario de la DFS. Este grupo reflexionará sobre la incidencia social de la economía digital y analizará experiencias que ya se están llevando a cabo en diferentes ámbitos, en algunos casos desde organismos como las Naciones Unidas o incluso el World Economic Forum de Davos, que en los últimos tiempos ha aportado dimensión social a su programa.
En segundo lugar, el proyecto de la DFS está pensando en una serie de actividades muy orientadas a la participación de la ciudadanía. El modelo no es otro que la Mobile Week, que se desarrolla en los días previos a la celebración del Mobile World Congress, un invento cien por cien barcelonés –en la última edición participaron más de 30.000 personas en los diez distritos– y que, según el director general de la Mobile World Capital, Carlos Grau, se extenderá más allá de Barcelona a otras ciudades.
El tercer aspecto de este proyecto común es quizás el más llamativo, el foro propiamente dicho, cuyo formato y calendario todavía no están decididos. No obstante, dos próximos congresos que se celebran en Barcelona, la Smart City Expo del mes de noviembre –un acontecimiento que ha crecido y que Fira de Barcelona ha exportado a otras ciudades– y el Mobile World Congress del 2019 (del 25 al 28 de febrero) podrían servir un aperitivo y utilizarse a modo de
SIN RUPTURA
El Gobierno del PSOE asume la continuidad de la idea inicial planteada por el del PP
CALENDARIO
Todavía no hay fechas, pero el propósito es que la iniciativa eche a andar y sea visible en el 2019
ensayo de lo que podría acabar siendo este foro mundial.
Grau, que calificó el día de ayer como “histórico” para la fundación que dirige, no quiso avanzar más detalles sobre el calendario la DFS , pero todos los miembros del patronato coinciden en que los resultados de este proyecto deberían comenzarse a ver ya el año que viene. Aunque no hay nada cerrado, lo más probable es que las jornadas del foro global no coincidan con las del Mobile World Congress, un evento que por sí solo atrae una gran atención mediática.
El desarrollo de la iniciativa del Digital Future Society (la referencia inicial al “Davos digital”, que no gustaba al Ayuntamiento de Barcelona, nunca llegó a plantearse como definitiva) va ligado a otros proyectos incubados total o parcialmente en la Mobile World Capital. Es el caso de los que tienen que ver con el desarrollo europeo de la tecnología 5G. Barcelona aspira a convertirse en el laboratorio de referencia en este ámbito y a conseguir fondos comunitarios, un logro que favorecería el potente ecosistema empresarial y de emprendeduría que se ha desarrollado en Barcelona desde que esta es la capital mundial de la tecnología móvil.
La actual situación política, aún lejos de la total normalización, contribuye a crear un clima favorable para la consecución de estas metas. En el patronato de la fundación están presentes las tres administraciones públicas y sigue plenamente vigente el modelo de colaboración público-privada que ha inspirado las metas más ambiciosas de Barcelona. El patronato de la Mobile World Capital está formado por el Ministerio de Economía y Empresa, la Generalitat, el Ayuntamiento de Barcelona, la Fira, la GSMA, el Grupo Damm y las operadoras de telefonía Telefónica, Vodafone y Orange. El proyecto de la Digital Future Society cuenta con la adhesión de todos los socios y en el futuro buscará nuevos apoyos tanto financieros como sociales.
Políticamente, la novedad de la reunión del Patronato de la Fundación Mobile World Capital fue el reingreso de la Generalitat. “Volvemos al patronato del nunca debíamos haber salido”, proclamó al término de la reunión el conseller de Políticas Digitales, Jordi Puigneró, aludiendo a la situación que generó la intervención de la administración autonómica por el Estado. También la alcaldesa de Barcelona hizo referencia a este hecho. Ada Colau insistió en la idea de aprovechar al máximo la suerte de acoger el Mobile World Congress para promover nuevas iniciativas que refuercen el ecosistema tecnológico barcelonés.