Trump abronca a sus socios en la OTAN por el gasto militar
El presidente de EE.UU. acusa a Merkel de ser prisionera de Rusia por el suministro de gas
Donald Trump dinamitó la cumbre de la OTAN con ataques a sus socios pero en especial a Angela Merkel, a quien ve como rehén de Rusia. La canciller le recordó que ella sí vivió bajo dominio de la URSS.
Donald Trump aterrizó en la cumbre de la OTAN en Bruselas repartiendo broncas y provocaciones. Los rapapolvos fueron más o menos los esperados, contra los europeos en general, a los que llamó “morosos” por no dedicar suficientes fondos a la defensa, y contra Alemania en particular, a la que acusó de estar “cautiva” de Moscú por los suministros de energía que le llegan de Rusia. Pero la gran novedad fue cuando el presidente norteamericano, en su turno de intervención, dijo que dedicar el 2% acordado del presupuesto a la defensa no era suficiente, que había que doblarlo, llegar nada más y nada menos al 4%. Una cifra que hasta el momento nadie en la OTAN había barajado nunca, y que es superior incluso al porcentaje que destinan a defensa los mismos Estados Unidos. Algunas fuentes indicaron que se trató de una sugerencia, no de una propuesta formal.
En todo caso, una sugerencia que poco ayuda a rebajar tensiones en una OTAN puesta a prueba por la obsesión de Donald Trump con el gasto en defensa. El mismo secretario general de la Alianza, Jens Stoltenberg, tuvo que reconocer al final del primer día de la cumbre que persisten los desacuerdos. En la declaración final se reafirma el objetivo del 2% de gasto en defensa en el 2024, a pesar de que en el mismo texto se reconoce que sólo lo cumplirán dos tercios de los aliados. El aumento en el gasto ha sido considerable desde el 2015, y ha permitido que este año ocho países lleguen al objetivo, pero quedan muchos que no lo conseguirán.
La jornada de ayer en Bruselas empezó cargada. Durante el desayuno que mantuvo con el secretario general de la Alianza, previo a la cumbre, Trump completó el mensaje que ya había enviado anteriormente vía cartas personales, tuits envenenados y declaraciones repetidas. Esta vez, Trump tiró con bala contra Alemania: “Alemania es prisionera de Rusia. Cerró sus plantas de carbón, su industria nuclear, y ahora obtienen gran parte de su petróleo y gas de Rusia. Creo que es algo que la OTAN tiene que mirar”. También añadió que “Alemania está totalmente controlada por Rusia porque obtiene un 60 o 70% de su energía de Rusia y del nuevo gasoducto”. Unos datos por cierto que no se corresponden con las cifras que maneja Alemania, pero los detalles y la veracidad no suelen ser la máxima preocupación de Trump. Lo que quería era insistir en que Alemania no cumple y ese país le importa mucho porque considera que juega un rol de modelo para otros países. Cuando Stoltenberg intentó templar gaitas, y hablar de diálogo y de unidad, Trump le cortó afirmando que lo único que conseguían es “hacer a Rusia más rica”.
En esta relación cada vez más tensa entre los Estados Unidos y Alemania, la respuesta de la canciller Angela Merkel no tardó en llegar. La canciller hizo referencia a sus orígenes en la antigua RDA, para recordarle a Trump que “yo he experimentado por mi misma cómo una parte de Alemania era controlada por la Unión Soviética” y que en cambio ahora pueden tomar sus “decisiones independientes”. A partir de ahí, Merkel defendió la contribución alemana a la seguridad europea, afirmando que “Alemania hace mucho por la OTAN”, y citó sus contribuciones con tropas y su compromiso en Afganistán, donde “defendemos los intereses de Estados Unidos”.
Después de este intercambio seco de declaraciones, Merkel y Trump mantuvieron una reunión bilateral, al final de la cual los dos, al comparecer conjuntamente ante la prensa, mantuvieron una actitud muy neutra. Trump afirmando que tiene una “muy buena relación” con la canciller y con Alemania, y Merkel diciendo que habían discutido de inmigración y comercio. En cualquier caso, la tensión entre Estados Unidos y Alemania subió un escalón más con esta nueva serie de declaraciones de Trump. De fondo, subyace el temor de muchos aliados europeos de que Trump, además de los rapapolvos verbales, adopte medidas de castigo, como la posible retirada total o parcial delas tropas norteamericanas estacionadas en Alemania, lo que se interpretaría como un debilitamiento de la garantía que los Estados Unidos ofrecen a la seguridad europea.
Por su parte el presidente español, Pedro Sánchez, en su estreno en la OTAN, también tuvo que justificar que España no cumplirá con el objetivo de llegar a un 2% de gasto en defensa en el 2024. Es decir, que España también forma parte de los “morosos” de Trump. Sánchez se defendió diciendo que “somos empáticos con la demanda que plantea la Administración norteamericana pero, para ser justos, es evidente que España es un país fiable, comprometido con el vínculo transatlántico y muy activo en misiones internacionales, ya sea el Báltico, Turquía o Irak”.
EL ATAQUE
Trump dice que Alemania es prisionera de Rusia por el suministro de gas
LA RESPUESTA
Merkel le recuerda que ella sí vivió bajo el dominio de la Unión Soviética en la RDA