Superar la dictadura

Lucio Cornelio Sila fue un general romano que dio un golpe de Estado haciendo entrar a sus propias legiones en Roma. Le valió la condena eterna de su nombre. Desde entonces los dictadores son perseguidos cuando los pueblos despiertan de sus pesadillas. Los países nunca perdonan a quienes les humillan por la fuerza, a quienes matan a su gente y violan su soberanía nacional. Todos menos España, que sigue orgullosa de un golpista como Franco. ¿Por qué?

¿Por qué los otros pueblos se muestran tan celosos de su dignidad y nosotros somos tan condescendientes con quienes nos han masacrado? ¿Por qué los otros pueblos son inflexibles persiguiendo dictadores y nosotros tan tolerantes con ellos, incluso después de muertos?

¿Qué nos diferencia de los demás pueblos del mundo? ¿Es que el sol nos hace menos dignos, más conformistas o menos orgullosos? ¿O es que aún no hemos superado aquella infame dictadura por miedo o pereza?

Por dignidad, ¿no es hora ya de superarla y condenarla?

M. GONZÁLEZ QUINTANA

Manresa