Hazard el cotizado
El belga acabó perdiendo pero su imagen, igual que la de su selección, ha ganado
Existe una fotografía veraniega de Eden Hazard, junto a dos de sus tres hermanos y con el mar detrás, vestidos todos con la camiseta de Francia. Entonces era un niño, pero la imagen fue puñeteramente rescatada antes de las semifinales entre su selección, la belga, y la francesa. Si Hazard tenía un deje francófilo, debido sobre todo a su devoción infantil por Zidane, se le ha ido del todo en este Mundial. Primero fue el lateral Lucas Hernández quien le ninguneó en los días previos al partido. “¿Preocupados por Hazard?”, se preguntó en voz alta el francés en tono chulesco. “Ya jugamos contra Messi y no le dejamos tocar la pelota”. Hazard no sólo dio un recital, sino que dejó una frase en la zona mixta que borra por unos cuantos años cualquier rastro de cariño hacia los bleus: “Prefiero perder con esta Bélgica que ganar con esta Francia”. Hazard renegaba así del estilo especulador desplegado por sus adversarios.
Eden Hazard, de 27 años, no perdió del todo el pasado martes en San Petersburgo. Le pasa lo que a Bélgica: ha jugado tan bien al fútbol que para muchos aficionados ha salido ganador. Para eso sirven los Mundiales. Una carrera, en función del rendimiento, puede hundirse, dispararse o consagrarse. A Hazard hay que ubicarlo entre los del tercer apartado. Se sabía ya que era un superdotado, pero lucirse en el más grande de los escenarios conduce hasta un estado superior. El futbolista belga ha subido ese escalón, el que le introduce en la aristocracia del rumor de primera división: le quieren el Barça y el Madrid, se dice.
El FC Barcelona difícilmente le fichará. Para eso ya tiene a Coutinho, que se mueve exactamente por su misma zona. Falso extremo por la izquierda o interior en esa banda. El club blanco fantasea con sustituir a Cristiano Ronaldo por Mbappé o Neymar pero si el PSG se niega a vender (es lo más probable), Florentino Pérez irá con todo para convencer al Chelsea. El belga está por la labor.
Acusado de irregular y de flojear en los partidos importantes, Hazard ha desmentido ambas teorías en Rusia, o simplemente ha madurado hasta vencerlas. Su semifinal, pese al resultado final, fue completísima, como lo fue su despliegue ante Brasil. Sus virtudes son evidentes: el control orientado, la aceleración, la protección del balón, el regate y la verticalidad. Demasiadas cosas como para no llamar la atención de los grandes clubs.
Hijo de padre y madre futbolistas y hermano de dos (uno de ellos, Thorgan, también ha participado con Bélgica en el Mundial), Hazard es uno de los jugadores más llamativos del mercado en estos momentos. El Chelsea de Roman Abramovich le quiere retener pero no disputar la Champions juega en su contra.