Arthur y Lenglet se suman al nuevo Barça
Arthur se presenta dispuesto a llegar al nivel de los dos grandes iconos del centro del campo del Barcelona
Una manera cómoda, aunque siempre imprecisa, para describir a un futbolista joven con proporciones de crack o a un jugador desconocido en algunos ámbitos geográficos consiste en equipararle a personajes consagrados. Surgen así apelativos como el Rivaldo de los Balcanes, el Messi croata, el Messi iraní o el Pelé blanco, un alias atribuido a una multitud. A Arthur Melo, presentado ayer como nuevo centrocampista del Barcelona, se le compara con Xavi, con Iniesta o con ambos.
No se trata, en este caso, de una fórmula comercial, un localismo hiperbólico o una etiqueta periodística hueca. Grandes genios de Brasil, desde Tostão hasta Zico, intuyen en su joven patriota, que el mes que viene cumplirá 22 años, rasgos evidentes de los iconos del centro del campo blaugrana del siglo XXI. Desde el primer momento, el listón está muy elevado para un Arthur que no elude las comparaciones pero marca perfil propio. “La comparación no me va a afectar –afirma–. Sé muy bien lo que representan Xavi e Iniesta. Yo soy Arthur y tengo una larga trayectoria por delante. Tengo que demostrar a todo el mundo por qué estoy aquí. Yo sé lo que han hecho estos jugadores y los tengo como un espejo, una referencia. Son personas que han hecho historia en este club y ese es mi objetivo. Voy a trabajar para llegar lo más cerquita de ellos posible”.
El brasileño es la primera presentación del nuevo secretario técnico, Éric Abidal. La operación (31 millones de euros más nueve en variables con un contrato por seis temporadas y una cláusula de rescisión de 400 millones), que representa el mayor ingreso de la historia del Gremio de Porto Alegre, se ha encarecido a causa de un adelanto sobre las previsiones. En primera instancia Arthur debía incorporarse en enero del 2019, pero los técnicos han decidido precipitar su llegada. “Vemos el talento, el estilo, y para la adaptación es mejor que empiece con la pretemporada que llegar en enero”, argumentó Abidal.
Evidentemente, el secretario técnico no entra en comparaciones. Sí destaca que Arthur posee el perfil propio de los centrocampistas de la Masia. “A nivel técnico es un jugador impresionante en el tema de pases, de visión del juego, de control y protección del balón...”. En el último campeonato brasileño ha acreditado un promedio de 65 pases por partido con un 95% de efectividad. Aunque se declara dispuesto a figurar en cualquier demarcación que decida Valverde, no se trata de un jugador polivalente sino de un especialista, con lo que raramente aparecerá fuera de su territorio. Cerca de Busquets en un 4-4-2 o en el interior izquierdo, en la vacante dejada por Iniesta, en un sistema 4-3-3.
En ambas posiciones puede esperarse un rendimiento similar de Arthur: organización y ritmo. Luiz Felipe Scolari le ascendió al primer equipo del Gremio en 2015 pero estuvo dos años sin despuntar en un centro del campo predominantemente físico cuando él es un jugador de los denominados bajitos (1,72 m). Con la llegada al banquillo de Renato Gaúcho y su ideario alborotador, el talento se puso por delante de la estatura y se precipitó la eclosión. Arthur tiene ojos en todo el cuerpo, con lo que domina la escena y marca el ritmo a base de pases tensos y precisos. Su capacidad de desequilibrio no se concreta en el uno contra uno ni en el potencial definidor, aunque cada vez se siente más cómodo cerca del área rival, sino en los gi-
UN CAMINO MARCADO
“Los tengo como un espejo, una referencia; han hecho historia en este club y ese es mi objetivo”
LA DEFINICIÓN DE ABIDAL “Arthur a nivel técnico es un jugador impresionante en los pases, la visión y el control del juego”
ros sobre su eje y las decisiones adecuadas. Su técnica y su velocidad mental son factores potenciadores de la creatividad a la hora de estructurar o iniciar el juego.
Antes de cruzar el Atlántico, Arthur ha recurrido a brasileños que han estado o están en el Barça (Coutinho, Paulinho, Neymar...) para informarse sobre su destino. “Todos me han dicho lo mismo. Es una ciudad maravillosa, con un clima agradable y una cultura muy fácil de asimilar. A fin de cuentas la cultura es bastante parecida a la de Brasil y creo que no voy a tener problemas”. Solventado el tema cultural, aparece una amplia grieta entre las propuestas del Gremio y el Barcelona. “Aquí se juega de otra manera, pero el Barça siempre ha tenido el mismo estilo y yo siempre lo he estado observando. En casa veía los partidos del Barça y me ha ayudado, pero voy a aprender más junto a mis compañeros”. ¿Aportará al equipo algo que no tenga?, le preguntaron. “Al Barça no le falta nada. Realmente es un equipo formado por grandes jugadores y me adaptaré cuanto más deprisa, mejor. Mis características son la posesión de pelota, controlar el juego. Creo que encajan perfectamente con el Barça”, contestó.