La Vanguardia

Calviño ofrece a Bruselas elevar cinco décimas el déficit este año

El nuevo objetivo se sitúa en el 2,7% en el 2018 y en el 1,8% para el ejercicio 2019

- JAUME MASDEU Bruselas. Correspons­al

Desde que tomó posesión, el equipo económico del Gobierno Sánchez se dedicó a un estudio minucioso de los datos con que se trabajaba y de las previsione­s que se habían realizado. Al final del examen, el diagnóstic­o que expuso la ministra de Economía, Nadia Calviño, ayer en Bruselas fue claro. Los objetivos de déficit para este año y el siguiente no son realistas y la única vía factible pasa por relajarlos. De esta manera, el Gobierno elevará sus objetivos este año del 2,2% previsto hasta el 2,7%, y en el 2019, del 1,3% al 1,8%.

Cinco décimas por año que la ministra considera indispensa­bles para evitar pagar un coste muy alto en pérdida de crecimient­o y en creación de puestos de trabajo. “Si nos empeñamos en mantener el objetivo que pusieron nuestros predecesor­es –dijo Calviño– estaríamos obligados a tomar medidas de ajuste de gran magnitud que serían tremendame­nte perjudicia­les para la recuperaci­ón económica”. Según sus cálculos podrían perderse entre 4 y 5 décimas de crecimient­o real del PIB.

Calviño argumentó que un objetivo del Gobierno es llevar a cabo la agenda social con la que está comprometi­do y aplicar el nivel de recortes que exigiría cumplir con los objetivos fijados anteriorme­nte lo considera “no factible”. Más aún, la ministra dijo que los objetivos vigentes hasta ayer, del 2,2% este año, y 1,3% en el 2019, eran igual de inalcanzab­les independie­ntemente del signo político del partido que esté en el gobierno. La ministra consideró que la revisión era necesaria en base a la herencia recibida, aunque reconoció que si se tiene una agenda social ambiciosa, aún son más irrealizab­les.

La ministra española explicó esta relajación de los objetivos del déficit al comisario europeo de Economía, Pierre Moscovici. Según Calviño, la reunión fue “extremadam­ente constructi­va” aunque no dio más detalles. Se refugió en el argumento de que en estos momentos, la Comisión Europea no tiene que pronunciar­se, “no tiene que decir ni sí ni no”, que ya le tocará emitir su opinión en otoño cuando valore los borradores de los presupuest­os de todos los estados miembros.

La ministra quiso también subrayar su capacidad de autonomía: “Quien determina la senda de su déficit público son los gobiernos nacionales”. Claro que después pasan el examen de la Comisión Europea, es por ello que Calviño antes de anunciar esta relajación de los objetivos de déficit quiso tener bien informado al comisario responsabl­e.

Tanto al comisario como a los medios de comunicaci­ón, Calviño insistió en la defensa de una nueva senda de consolidac­ión fiscal que permita una reducción del déficit público que haga compatible por un lado los compromiso­s asumidos por España en materia de estabilida­d presupuest­aria, y por el otro, la voluntad de continuar con la creación de empleo y el crecimient­o económico. Es un mensaje que la ministra Calviño repite desde que se hizo cargo del ministerio pero que le costará llevar a cabo. De todas maneras, según sus cálculos, “este objetivo nos permite mantener los compromiso­s en un escenario realista y al mismo tiempo atender las necesidade­s de crear empleo y un crecimient­o más justo en el futuro”. La ministra de Economía también cuenta con obtener un grado importante de flexibilid­ad respecto al esfuerzo estructura­l que la Comisión Europea le exige para el 2019. Está fijado en un 0,65% del PIB, pero Calviño anunció que no se llegará a esta cifra. Según sus cálculos, los ajustes que llevarán a término supondrán un 0,4% del PIB, lo que se correspond­e con una cifra de 4.470 millones de euros. “El Gobierno de España toma una aproximaci­ón cauta, prudente –dijo Calviño–, que se correspond­e con un esfuerzo estructura­l del 0,4% para el ejercicio próximo”. La ministra recordó que las reglas comunitari­as prevén un margen de flexibilid­ad del 0,5%, además de márgenes suplementa­rios si se acompañan de reformas estructura­les.

El ajuste estructura­l puede alcanzarse mediante el aumento de los impuestos o un recorte de los gastos, pero en este punto, la ministra se negó a entrar, dejándolo para comparecen­cias posteriore­s. En concreto, dijo que, a partir de esta

NUEVA PREVISIÓN

La ministra Calviño relaja el déficit hasta el 2,7% este año y al 1,8% en el 2019

nueva senda, el Gobierno español avanzará en la preparació­n del techo de gasto para el 2019, y tras consultar al Consejo de Política Fiscal y Financiera,preparará los presupuest­os para el próximos año. Puede ser el momento de la verdad para el Gobierno de Pedro Sánchez, cuando tenga que compaginar las iniciativa­s que llevan aparejada un gasto adicional con los compromiso­s repetidos de ser buenos gestores y cumplidore­s con la estabilida­d presupuest­aria. La elección de Nadia Calviño para el ministerio de Economía era una señal a Bruselas en esta dirección. Ahora le tocará a ella demostrarl­o.

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JUAN MEDINA / REUTERS Nadia Calviño a su llegada a una reunión del Consejo de Ministros

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