Isabelle Huppert
ACTRIZ
Isabelle Huppert vuelve a las pantallas con un filme del coreano Sang Soo Hong, La cámara de Claire, en que su personaje protagonista hace de testigo e hilo de la trama.
La actriz cree que el feminismo tiene a veces que exagerar para hacerse oír.
Isabelle Huppert vuelve al cine de autor de la mano del coreano Sang-soo Hong. En la película La cámara de Claire, el personaje de la premiada actriz parisina se alía sin casi pretenderlo con una joven víctima de los celos y el machismo. Pero la trama no es necesariamente lo más atractivo de la cinta, cuya estética es tan inclasificable como característica de su realizador.
¿Qué le atraía del cine de Sang-soo Hong como para aceptar hacer un segundo filme con él, después de En otro país?
Es un cineasta que me gusta de verdad. Un gran director con una manera muy particular de hacer cine. No escribe ningún guión, sino que va rodando escenas. Y lo hace en unos pocos días, con un equipo mínimo. Sus películas son cuentos morales pero con una comicidad surrealista. Por todo esto deseaba volver a trabajar con él.
¿Y de esta película, qué es lo que más le interesó?
Todo. Mi personaje es similar al de En otro país. Mi personaje es el testigo de la historia; alguien que contempla las cosas por encima de lo que ocurre, con la mirada del extranjero. Hago fotos aquí y allá. Soy el ojo del director en la escena.
En general, ¿qué le exige a una película para actuar en ella? Cuando leo un guión me centro en los diálogos. Para una actriz o un actor todo pasa por ahí. Después están el clima, los decorados y desde luego el director, que es quien da confianza al intérprete.
¿Por qué, en su opinión, suscita usted tanta admiración entre actrices anglosajonas como Nicole Kidman. Annette Bening o Jessica Chastain?
Creo que soy yo, pero también la elección de las películas que tengo la libertad de hacer. Aunque también ellas pueden elegir. Prueba de ello son algunas elecciones audaces de Nicole Kidman, que rodó con Lars von Trier. También admiran la variedad de directores con los que he trabajado.
¿Cree que en Hollywood se disfruta de bastante libertad o, como piensan algunos, hay demasiadas limitaciones?
Sí la hay. La libertad se encuentra; hay que buscarla, pero si la buscas bien al final la encuentras.
¿Tampoco está de acuerdo con aquellos que tachan el cine de Hollywood de fábrica de espectáculo y fuegos artificiales?
El cine está todavía lo suficientemente vivo para que se hagan descubrimientos. Naturalmente, es difícil llevar a cabo determinado tipo de proyectos de autor. Pero por ahora el planeta cine es bastante dinámico todavía.
Mucho se ha hablado de los derechos de las mujeres en el cine; de los abusos y desigualdades. Eso ha contribuido a activar un nuevo feminismo. Pero de eso se habló también mucho en los 70. ¿Hubo una parálisis o un retroceso entre medias?
Creo que se ha avanzado y no se puede decir que hubiera una situación justa y se ha retrocedido. Es verdad que en muchos ámbitos no se ha progresado lo suficiente. Y ahora se ha puesto luz a los problemas y determinados comportamientos; a veces de manera un poco exagerada. Pero eso es normal. Porque para que una voz se haga oír es necesario que resuene un poco fuerte.
He leído que no cree en el cine femenino. ¿Puede explicarlo?
Es que si usted va a ver una película no tiene cómo ni por qué diferenciar si es de un hombre o de una mujer. No hay cine masculino o femenino. Por cierto, es interesante subrayar que el cine fue inventado por mujeres. El primer cineasta de la historia fue una mujer francesa, Alice Guy, cercana a Léon Gaumont (inventor y pionero de la industria).
En este asunto del feminismo usted habla siempre de misoginia, más que de machismo, y dice que está muy extendida.
Bueno, la misoginia es consecuencia del machismo. Y la misoginia puede definir tanto a mujeres como a hombres. Las mujeres pueden ser también muy misóginas. Y no hay ninguna evidencia de que exista una solidaridad femenina de manera permanente.
¿Hay muchos clichés al respecto, quiere decir?
Eso es. Podríamos estar hablando de ello durante horas.
PREJUICIOS SIN GÉNERO “Las mujeres pueden ser muy misóginas, y no hay una solidaridad femenina constante”
EL CINE, INVENTO DE MUJERES “El primer cineasta de la historia fue en realidad una mujer francesa, Alice Guy”