La tentación parisina
París no quiere dejar escapar la oportunidad que brinda el Brexit para hacerse con los negocios bancarios que presumiblemente abandonarán la capital británica, por lo que ha incrementado los incentivos para que los grandes financieros crucen el canal de la Mancha.
El primer ministro francés, Édouard Philippe, citó al escritor inglés Chesterton y, en la lengua de Shakespeare, dijo a los presentes: “London is a riddle. Paris is an explanation” (Londres es un enigma. París es una explicación). Así empezó Philippe su discurso en la cena de gala, anteayer por la noche, en el Quai d’Orsay –sede del Ministerio de Asuntos Exteriores–, ante 250 representantes del mundo de las finanzas internacionales, a quienes explicó los nuevos incentivos para que los banqueros que hayan de abandonar Londres, por culpa del Brexit, se instalen en la capital francesa.
Siguiendo con su referencia literaria, Philippe insistió en que París, ante la gran incertidumbre política creada por el abandono del Reino Unido de la UE, “ha elaborado una oferta más que una explicación”. “Esta oferta es valiente, directa; queremos dar a los inversores globales, a las instituciones financieras, nuevas oportunidades y un entorno fuerte y estable para invertir, trasladarse, ampliar su negocio en Francia y en toda Europa”, añadió el jefe del Gobierno ante el foro Paris Europlace.
Se estima que el Brexit puede provocar el traslado o la creación en París y su región de al menos 3.500 empleos directos y, en total, 20.000 puestos de trabajo contando con los empleos indirectos. El goteo hace tiempo que comenzó. Han anunciado ya el reforzamiento de sus efectivos en París gigantes como Goldman Sachs, Morgan Stanley, Nomura, el Citygroup y BlackRock. Pronto vendrá también a orillas del Sena la Autoridad Bancaria Europea (EBA). Están a la expectativa Bank of America, Merrill Lynch y JP Morgan Chase.
Philippe enumeró una serie de ventajas tributarias muy significativas, así como un régimen especial de afiliación a la seguridad social francesa, para los altos ejecutivos financieros que decidan trasladarse a París. Se trata de acabar con la mala fama de país con impuestos muy altos y una burocracia inabordable. El objetivo es atraer y, al mismo tiempo, garantizar la movilidad. Está previsto también crear una cámara de comercio internacional.
Además de cuidar el bolsillo de los candidatos a mudarse a París, la intención es que el paso sea asumible para sus familias. Philippe anunció que se levantará una escuela europea en La Defense –para que los niños extranjeros puedan estudiar en su lengua materna– y que se ampliará en mil plazas, ya desde el próximo curso, la capacidad de los liceos (institutos de enseñanza media) internacionales en la capital y en su entorno.