El populista Babis es investido en Praga con el apoyo de los comunistas
El bloque antiinmigración de la UE tiene un nuevo aliado en Praga. El multimillonario checo Andrej Babis logró la madrugada de ayer la investidura de su Gobierno de coalición. Y fue gracias al apoyo de los diputados comunistas.
El partido de Babis, la populista Alianza de Ciudadanos Descontentos (ANO), gobernará en minoría con los socialdemócratas. Suman 93 diputados en el Parlamento sobre un total de 200, por lo que los 15 votos comunistas fueron decisivos. La votación se produjo de madrugada, tras un agitado debate parlamentario que se extendió 16 horas.
Babis, que no había logrado formar gobierno desde que ganó las elecciones hace nueve meses, dependerá del “pacto de tolerancia” suscrito con los comunistas, abiertamente prorrusos y anti OTAN. Un acuerdo del que se sabe poco y que causa suspicacia. Cientos de manifestantes protestaron frente el Parlamento contra la alianza.
No sólo se trata de un extraño compañero de cama para un magnate multimillonario, sino que además será el primer gobierno que llega al poder en la República Checa con el apoyo del Partido Comunista desde la caída del régimen prosoviético en 1989.
“Nuestra prioridad es la migración. No queremos cuotas, no queremos redistribución obligatoria de inmigrantes, queremos cooperación con el V4”, declaró Babis en su alocución, en referencia al llamado Grupo de Visegrado, el frente antiinmigración entre República Checa, Eslovaquia, Hungría y Polonia.
Segunda fortuna del país, fundador del gigante agroalimentario Agrofert y dueño de dos de los principales diarios checos, Babis obtuvo una aplastante mayoría en las legislativas de octubre. Pero ningún partido, a parte de socialdemócratas y comunistas, quiso negociar una coalición por una acusación de fraude que pesa sobre él. En enero, perdió la condición de aforado para ser investigado por el uso fraudulento de un subsidio de la UE, por 2 millones de euros, hace un decenio.
El presidente checo, el prorruso Milos Zeman, ha ejercido un papel crucial para cerrar el acuerdo con los comunistas. Babis se ha negado a aceptar algunas de las exigencias de los comunistas, como recortar la contribución checa a la OTAN o darles puestos en el consejo de la compañía pública de electricidad. Ha accedido en cambio a subir las pensiones o a gravar las propiedades devueltas a la Iglesia tras el periodo comunista. Babis se declara proeuropeo, pero elogia a sus vecinos del Este por negarse a acatar las cuotas de refugiados de la UE. También se ha mostrado ambiguo sobre si apoyará mantener las sanciones a Rusia por la anexión de Crimea.