Viviendas dignas (por dentro y por fuera)
Barcelona incrementa las ayudas a la rehabilitación para mejorar la seguridad y la salud de la ciudadanía, fomentar la eficiencia energética y proteger a los inquilinos
La rehabilitación no es algo ajeno a la ciudad. Desde que en 1985 se puso en marcha la campaña “Barcelona posa’t guapa” –dirigida a fomentar la rehabilitación de las fachadas y las paredes medianeras–, se han restaurado un tercio de los edificios del parque urbano. Hoy, sin embargo, las ayudas a la rehabilitación no buscan sólo “poner guapa la ciudad”, sino que entran en los hogares para dignificar las viviendas y mejorar el confort, la seguridad y la salud de los vecinos, fomentando el ahorro y la eficiencia energética y, en conjunto, incrementar la calidad de vida de la ciudadanía.
UN PARQUE ANTIGUO
Barcelona es una ciudad densa y compacta que cuenta con un parque de viviendas antiguo: la media de edad de los edificios es de 70 años, y sólo el 7% son posteriores a 1980. El deterioro del parque es una realidad que hay que detener porque afecta la seguridad y la salud de las personas. Según el estudio Pobreza energética
en 2014, ésta podría causar más de 7.000 muertes prematuras anuales en España y varias investigaciones de la Agencia de Salud Pública de Barcelona concluyen que invertir en aislamiento térmico tiene un impacto positivo en la salud.
En Barcelona, se estima que el 10% de los hogares se encuentra en riesgo de sufrir pobreza energética, una pobreza que afecta a la salud; no es sólo el sufrimiento de no poder pagar los recibos, sino también las enfermedades derivadas de no poder calentarse en invierno o sufrir altas temperaturas en verano, o los casos de personas que han muerto por utilizar métodos peligrosos para combatir el frío. A la vez, no disponer de un hogar confortable tiene repercusiones negativas en el rendimiento físico y académico, y conlleva problemas sociales y la degradación de los edificios.
QUÉ ES POSIBLE REHABILITAR
Consciente de que la rehabilitación es imprescindible para dignificar los hogares, Barcelona ofrece ayudas para rehabilitar aspectos estructurales e interiores de los edificios, y para mejorar su eficiencia energética. Rehabilitar la estructura de los edificios –instalar ascensores, construir rampas, rehacer escaleras, reparar instalaciones, etc.– mejora la calidad de vida de las personas y contribuye a tener un espacio público digno y seguro. El Ayuntamiento otorga ayudas para rehabilitar problemas estructurales –cualquiera daño que afecte la solidez y la seguridad del edificio–, no estructurales –-fachadas, patios, cubiertas, medianeras, escaleras...–, y para fomentar el accesibilidad –ascensores, rampas, etc.
CUIDAR EL INTERIOR
La rehabilitación de los interiores es clave para dignificarlos, incrementar la seguridad, el confort, la accesibilidad y proteger la salud de sus habitantes. Por ello, desde 2017 el consistorio hace especial énfasis en la rehabilitación de interiores y ofrece ayudas a las personas con ingresos bajos.
En concreto, se otorgan ayudas para cambiar la bañera por el plato de ducha, eliminar materiales nocivos para la salud y fomentar el ahorro energético. Por ejemplo, se subvenciona la incorporación de materiales aislantes para evitar pérdidas de calor y frío, y eliminar los problemas de ruidos y humedades; la renovación de las ventanas; la incorporación de persianas, toldos, etc.; y la renovación de los equipos de climatización, agua caliente sanitaria e iluminación por otros más eficientes y reducir el consumo energético y las emisiones de CO2.
Se trata de medidas y ayudas a la rehabilitación para fomentar la vivienda digna en la ciudad.