Catalunya, futuro gris

Juan-José López Burniol hace una disección brillante de cuál ha sido el problema en Catalunya en los últimos años, con hincapié en lo sucedido desde septiembre del 2017 y su tesis para solucionarlo (“Tardes de plomo”, Opinión, 7/VII/2018).

Le felicito por su valentía en llamar las cosas por su nombre: “Los días 6 y 7 de septiembre los nacionalistas catalanes consumaron un golpe de Estado mediante las leyes del Referéndum y Transitoriedad (...) y una declaración unilateral de independencia”. Todo ello significó un total desprecio a más de la mitad de los catalanes que no comulgamos con estas ideas. Finalmente, ¿qué president hay ahora en Catalunya? Uno que es la voz de su amo y al que no considero mi president, pues a mí y a una gran parte de los catalanes nos ha insultado llamándonos bestias inmundas y otras lindezas, y que, como bien dice el artículo, frente a la buena predisposición del actual Gobierno, no hace más que injuriar a mi país buscando un mayor enfrentamiento, para tener así más mártires y aumentar su clientela.

Es clarividente en el artículo y, lamentablemente, el futuro gris que ve Burniol para Catalunya también lo vemos muchos de nosotros. Ojalá no sea así y el Govern atienda a razones, por el bien de todos los catalanes.

ANA GARCÍA DE OTEYZA Suscriptora

Barcelona