Detenido por propinar una brutal paliza a su mujer en plena calle en Mataró

Al llegar la policía el agresor se atrincheró en su domicilio armado con cuchillos

Los vecinos del barrio de Cerdanyola de Mataró se despertaban ayer conmocionados por los gritos que procedían de la calle Jaume I, de un inmueble en cuyos bajos hay un bar que regenta un matrimonio de inmigrantes latinos. Sobre las 7.30 horas los mismos vecinos daban aviso sobre la brutal agresión que un hombre, que acabó detenido por los Mossos, estaba infringiendo a su esposa en plena calle.

Durante toda la noche los vecinos del barrio ya habían podido escuchar “broncas y muchas voces” procedentes de la vivienda del matrimonio. Una discusión que derivó hasta la calle cuando la mujer, supuestamente, intentaba zafarse de se de su agresor y huir, lo que le impidió su marido.

Cuando atrapó a su víctima empezó a agredirla salvajemente cogiéndola por los pelos y golpeándole la cabeza contra el capó de un coche estacionado, haciendo caso omiso a los gritos de los vecinos que intentaban parar la agresión. “Nos dio la impresión que iba armado y se mostraba muy agresivo con todos”, por lo que optaron por esperar a la patrulla policial.

Cuando el agresor observó la llegada de la primera dotación de Mossos huyó hacia el interior de la vivienda, ubicada en el primer piso del inmueble. Debajo hay un bar que regenta la pareja. Los testigos advirtieron que el hombre se había atrincherado en el interior del domicilio e iba armado con varios cuchillos de cocina.

En aquel momento, en la casa había otras personas, por lo que los agentes temieron que pudieran producirse más agresiones. Pronto averiguaron que el agresor sólo intentaba esconderse. A la zona llegaron más efectivos policiales y dos furgonetas de la brigada de acción rápida del Área Regional de Recursos Operativos (Arro), cuyos miembros accedieron al piso, derribaron la puerta con un ariete y detuvieron al agresor, que opuso muy poca resistencia. La policía también tomó declaración a varios vecinos que habían sido testigos de las agresiones.

El agresor, tras ser detenido, fue trasladado a la comisaría central de los Mossos d’Esquadra de Mataró, mientras que la mujer, que estaba herida leve y consciente, fue trasladada al hospital.

Los vecinos del barrio, en declaraciones a La Vanguardia, advirtieron que ya esperaban un desenlace similar, ya que era habitual escuchar discusiones y amenazas a todas horas, si bien no les consta ninguna denuncia por malos tratos en el ámbito familiar. Al acceder al inmueble, los mossos también encontraron plantas de marihuana en el patio interior, pero no han aportado más detalles sobre la investigación.

Durante los últimos días, se ha producido un aumento de agresiones a víctimas de violencia machista en España. Sólo entre el viernes y el lunes pasado, en solo 72 horas, murieron cuatro mujeres a manos de sus parejas. Dos de ellas habían denunciado su caso ante la policía y sus agresores tenían órdenes de alejamiento, por lo que se investiga qué falló en el sistema de protección a las víctimas de violencia machista.

En lo que va de año, se han producido 27 asesinatos. Un total de 25 eran mujeres, de las que seis fueron asesinadas por hombres que no pertenecían a su entorno familiar, ni eran parejas o exparejas. También fallecieron un niño, una niña y un hombre.

Pese a los últimos casos, el primer trimestre del 2018 suma el menor número de mujeres asesinadas de los últimos diez años. Las cifras registradas durante los tres primeros meses del 2018 se aproximan a las estadísticas del 2015 (60) y 2019, con al menos ocho y diez asesinadas respectivamente.

En este sentido, la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, anunció nuevas partidas contra la violencia machista para los Ayuntamientos y cambios en la ley, de forma que cualquier acto sexual sin aceptación de la víctima, sea considerado delito. La ministra también avanzó que se dejará de editar el cómputo anual de víctimas y que se sumarán desde el 2003, fecha en la que empezó el recuento oficial. Desde entonces, ha habido 945 asesinadas.

El marido no hizo caso a los gritos de los vecinos mientras golpeaba la cabeza de su víctima contra un coche