Los empresarios exigen a Colau que denuncie el asalto a un Bus Turístic
El Consell de Turisme i Ciutat de Barcelona fue incapaz ayer de apoyar una condena contra la turismofobia. La letra menuda y el enfrentamiento de sensibilidades impidieron el acuerdo. En todo caso las principales asociaciones de la industria turística, el comercio y la restauración de la ciudad exigieron ayer al gobierno de Ada Colau que condene de manera firme y actúe de modo contundente contra todas las manifestaciones de la turismofobia. Los empresarios entienden que el Ayuntamiento ha de emprender acciones legales para frenarlas, que la laxitud de los comunes no hace otra cosa que facilitarlas. Aún molestan en el empresariado las palabras del primer teniente de alcalde, Gerardo Pisarello, que calificó el último ataque a un Bus Turístic llevado a cabo hace unos días por las juventudes de la CUP de “hecho simbólico”. Los autores de ataque realizado en la Vila Olímpica emplearon botes de humo.
“No podemos permitir una actitud pasiva, y menos si tenemos en cuenta los antecedentes del verano pasado”, leyó el presidente de Barcelona Oberta, Gabriel Jené, en la sesión del Consell de Turisme i Ciutat de Barcelona, en nombre de los miembros del sector empresarial de este organismo municipal destinado a que políticos, empresarios, estudiosos y representantes de entidades debatan las políticas turísticas. Esta vez el debate no alcanzó el consenso. Varios representantes vecinales no quisieron apoyar un texto que dice que el turismo es bueno para Barcelona, y finalmente el presidente del Consell, el edil de Turismo, Agustí Colom, prefirió que no se realizara ninguna votación, que cada entidad manifestara su opinión por su cuenta.
La Cambra de Comerç, el Gremi d’Hotels, la asociación de apartamentos turísticos, las agencias de
viajes, la fundación Barcelona Comerç, Barcelona Oberta, la patronal PIMEC y el Gremi de Restauració consideran que la condena de estos hechos aprobada en la última comisión municipal de Economía es un gesto insuficiente.