La Vanguardia

“La música la aprendí, el arte me llegó solo”

Adrià Puntí, cantante, actúa en Porta Ferrada

- ESTEBAN LINÉS

Hace dos temporadas, Adrià Puntí deslumbrab­a en el Auditori del Fòrum como uno de los cabezas de cartel del Festival Cruïlla. En aquella ocasión desgranó La clau de girar el taller, el álbum con el que había regresado triunfalme­nte la temporada anterior tras un silencio de trece años. Ahora no ha tardado tanto en volver a dar señales de vida sonoras, ya que el genial músico de Salt (con todo lo que implica la genialidad) vuelve a tener novedoso material musical, que estrenará mañana en Porta Ferrada, el festival de Sant Feliu de Guíxols que arranca hoy con Jack Johnson.

Puntí (1963), además de estar considerad­o el roquero catalán más brillante de su generación, es un personaje emocionalm­ente cambiante, de ideas a menudo desconcert­antes y de discurso intransfer­ible. En Porta Ferrada obsequiará con un nuevo álbum, Enriu-te’n fins que el cor et digui prou, así como con una ilustració­n de su autoría, a los asistentes con entrada prémium. Al otro lado del hilo telefónico, el músico explica a su manera la génesis del proyecto.

¿Cómo definiría el disco?

Es lo más importante que he hecho en mi vida. Uno siempre ha de tener cierto optimismo y te dices que “tal vez haré una cosa igual de importante”, pero ahora mismo es lo más grande. Se titula Enriu-te’n fins que el cor et digui prou porque es la canción que más quiero de mi vida.

¿Y cómo nació pieza tan fundamenta­l para usted?

Yo estaba en el comedor de casa; me he montado un buen estudio abajo y tenía ganas de tocar, de grabar, pero no tenía ni idea de lo que quería hacer. A veces vas trabajando las canciones, haces un bajo, una armonía, vas preparado la letra y la melodía... Pero ese día no tenía absolutame­nte nada en la cabeza y le dije a mi madre que no quería postres, que me iba abajo a grabar.

¿De cuándo habla?

Si ahora quieres que piense como un ordenador, andas apañao…

Bueno, pues siga.

Bajé abajo, mi madre pasó de todo y se puso a lavar los platos, y allí ya lo tenía preparado, piano, guitarra y demás. Tú sabes que no fumo porros, no me drogo, sólo fumo un poquito de tabaco. Pues me siento y delante tengo el micro y la casilla REC… Mira, yo no puedo arreglar el mundo, ni una provincia, ni un pueblo, ni una familia. No soy tan pretencios­o, así que me metí delante del micro y lo normal para animarme, porque soy un chico viejo depresivo y suelo echarme a llorar, es que cuando veo el micro me pongo a reír. Pero en aquella ocasión me dije que no podía reírme. Y, fíjate, al lado tenía el REC, pero dentro de mí no tenía ninguna canción. Mi corazón iba perfecto y lo que hice fue no reír y apreté el REC. Y estaba yo allí con la guitarra y salió todo.

¿Qué salió?

Una preciosida­d, a la primera. Sin saber la letra, sin saber la música. Yo no soy religioso ni nada, pero es lo máximo que he hecho aunque eso no signifique que se la mejor canción que he hecho. Fue como un milagro. Voy a ponértela.

El disco que obsequiará en Porta Ferrada, ¿qué contendrá exactament­e?

Aún tengo que decidir los temas que acompañará­n a la canción que me salió de aquella manera mágica. Me gustó tanto el título que lo he puesto para todo el álbum; no sé… es un título cumbayà y punky a la vez.

La canción destila tristeza.

A ver, yo lloro porque me parece un milagro que exista esta canción.

¿Qué significa eso de que es su disco más importante?

Es la cosa más importante que he hecho por cómo la hice. Es más importante que La clau…, que se lo dediqué a padres como mi padre, y más importante que Maria, que está dedicada a madres como mi madre. La mayor suerte que he tenido en mi vida ha sido tener esos padres.

¿Puede dar más detalles del resto del contenido del disco?

Será un álbum con más canciones mías. Aquel día solo me salió esa canción. Lo que estoy haciendo ahora es diseñar el disco, masterizán­dolo, arreglándo­lo y dando forma definitiva a los temas con los músicos que vienen diariament­e a casa. Estoy eligiendo las otras, he hecho otra versión de Enriu-te’n fins que el cor et digui prou con esos músicos. Piensa que tengo unas 195 canciones hechas y grabadas mías e inéditas. Tengo donde escoger.

¿En el concierto de Porta Ferrada qué cree que se podrá oír?

Estaré con músicos, tocaremos las canciones nuevas, algunas de La clau de girar el taller, he hecho una versión muy guapa de El preludio del adiós de la época de Umpah Pah, y otra del Te odio ,de La columna de Simeón, también de Umpah-Pah.

¿Tiene previsto presentar este nuevo disco en Barcelona?

Por supuesto, pero como está la situación política no sabría qué decirte. A mí me han jodido tanto unos como otros. En la vida lo más importante es pasármelo bien. Es primordial, además de aprender.

También regalará una ilustració­n hecha por usted.

Sí, ¿cómo me definirías? ¿músico, cantante, compositor?

¿Artista?

No, soy creativo, porque en esa palabra entra todo. Yo tengo mi propio estilo a la hora de pintar; no hace falta que firme mis piezas porque se reconocen en seguida que son mías. La música la aprendí, pero con el arte la cosa me llegó por sí sola, y aún no he empezado. Así que la gente ya se puede preparar...

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DAVID AIROB Creativo. Así se define Adrià Puntí, que presenta su nuevo disco en Porta Ferrada: Enriu-te’n fins que el cor et digui prou
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