Acusados doce espías rusos por piratear la campaña de Hillary Clinton
Los cargos se presentan en vísperas de la cita de los presidentes Trump y Putin
Rob Rosenstein, número dos del Departamento de Justicia de Estados Unidos, aseguró que sus actuaciones se producen “cuando disponemos de evidencias”.
Así se salió de esta coincidencia. En vísperas del encuentro del lunes de los presidentes Donald Trump y Vladímir Putin, el último responsable de la investigación del Rusiagate anunció ayer cargos contra doce agentes de la inteligencia rusa por su interferencia en las presidenciales del 2016 al piratear los ordenadores del Partido Demócrata y de la campaña de Hillary Clinton, y la posterior difusión del material.
Las acusaciones a los espías militares rusos –del grupo conocido como GRU– incluyen conspiración contra EE.UU., blanqueo y el intento de penetrar en agencias del Gobierno y de registros electorales en varios estados. Además de los correos demócratas, los piratas robaron información de unos 500.000 votantes.
Rosenstein aseguró que esta semana informó al presidente. Trump, en su visita este viernes a Londres, insistió en que todo es una caza de brujas, pese a que su propio ejecutivo ratifica otra vez que Putin atacó a su país.
“No hay alegación alguna en esta imputación de que ningún ciudadano americano cometiera un crimen. No hay alegación de que la conspiración cambiara el recuento de votos o modificara el resultado electoral”, añadió.
La Casa Blanca se agarró a este argumento para absolver a la campaña de Trump. “Esto está de acuerdo con lo que hemos estado diciendo”, remarcó una portavoz en un comunicado.
Sin embargo, no escucharon lo que Rosestein contestó cuando le cuestionaron en la rueda de prensa. “El objetivo de los conspiradores fue impactar en las elecciones. Qué impacto lograron es un asunto para la especulación, no es nuestra responsabilidad”, indicó. También remarcó que continúa la investigación de Mueller, que ya suma 32 imputados, de los que 26 son rusos.
“Los adversarios buscan exacerbar nuestras diferencias y crear confusión, dividirnos y conquistarnos”, avisó Rosenstein contra la disputa partidista.
El GRU se sirvió para el pirateo y distribución de dos alias: DC Leak y
La Casa Blanca indica que en la acusación no hay alegación de que la intrusión cambiara el resultado electoral
Gucifer 2.0. Hay una tercera pata. En el documento se identifica sólo como “organización”, eufemismo de Wikileaks.
Frente a esta nueva situación, los demócratas pidieron que el presidente cancele su encuentro con Putin. En Londres, Trump aseguró que le preguntará al dirigente ruso por la interferencia. Casual o no, el candidato Trump apeló a los rusos el 27 de julio del 2016 para que buscarán los emails “perdidos” de Hillary Clinton. Ese día, según el texto de la imputación, los rusos iniciaron el pirateo del servidor de Clinton.