El Ejecutivo da máxima relevancia a la composición de la comisión bilateral
El Consejo de Ministros, a propuesta de Meritxell Batet, designó ayer a los miembros del Gobierno que compondrán la comisión bilateral Generalitat-Estado, que se reunirá, por vez primera desde el 2011, antes del paréntesis de agosto. Además de la propia ministra de Política Territorial, que presidirá la delegación gubernamental, compondrán este órgano bilateral cuatro secretarios de Estado y la nueva delegada del Gobierno en Catalunya, la veterana Teresa Cunillera.
Los cuatro secretarios de Estado son los de Política Territorial, Ignacio Sánchez Amor; Hacienda, Inés María Bardón; Infraestructuras, Pedro Saura, y Relaciones con las Cortes, José Antonio Montilla. Estas designaciones demuestran, según la Moncloa, la voluntad de Pedro Sánchez de otorgar la “máxima relevancia” a este órgano bilateral con la Generalitat. La portavoz del Gobierno, Isabel Celaá, destacó así ayer que todos los designados tienen “alto nivel y responsabilidad política”.
“Estamos desbloqueando y normalizando las relaciones con Catalunya. Hemos restaurado la conversación política. Estamos haciendo política”, subrayó Celaá, después de la reunión de Sánchez y Quim Torra del lunes, y las citas que mantuvieron la víspera la vicepresidenta Carmen Calvo y la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, con el vicepresidente del Govern, Pere Aragonès.
La inminente reactivación de la comisión bilateral se sustanciará así con la novena reunión de este organismo previsto en el Estatut del 2006 y que se puso en marcha con José Luis Rodríguez Zapatero como presidente del gobierno y con José Montilla al frente de la Generalitat. La primera cita fue el 26 de febrero del 2007, en Madrid, con Jordi Sevilla como ministro de Administraciones Públicas y Joan Saura como conseller de Relaciones Institucionales. La segunda, ya en Barcelona, se celebró el 16 de abril. Y ese mismo año aún hubo una tercera reunión, el 17 de julio, lo que demuestra el vigor con el que nació este foro. En el 2008, con Elena Salgado ya como ministra, hubo dos reuniones. Y otras dos en el 2009. Pero la última cita fue el 19 de julio del 2011, ya con Artur Mas como presidente de la Generalitat, donde el vicepresidente Manuel Chaves encabezó la delegación del Gobierno y Josep Antoni Duran Lleida, portavoz de CiU en el Congreso, la delegación catalana. Y desde en- tonces, durante los siete años de mandato de Mariano Rajoy, la comisión bilateral durmió el sueño de los justos. Hasta ahora.
Ayer, la ministra Batet declaró en Mataró que la reactivación de esta comisión bilateral es un mecanismo “para normalizar la institucionalidad”. Asimismo, Batet llamó al conseller de Acció Exterior de la Generalitat, Ernest Maragall, para conformar el orden del día del primer encuentro, que servirá para analizar los recursos de inconstitucionalidad interpuestos por ambas administraciones y “reducir la conflictividad”, desactivando algunos de estos recursos y que “puedan echar a andar algunas de las leyes que ahora están impugnadas”. La voluntad, dijo la ministra, es entender al otro, pero también “intentar convencerlo” en aquellos extremos que no se comparten y que formen parte de las competencias del poder ejecutivo.
Batet y Maragall conversaron ya ayer por teléfono para preparar la primera reunión a finales de mes