La Vanguardia

Nadal tendrá que esperar

El partido entre el balear y Djokovic por la final se aplaza con 2-1 para el serbio

- ANTONI LÓPEZ TOVAR

Rafael Nadal y Novak Djokovic reanudarán hoy su enfrentami­ento por un puesto en la final de Wimbledon con ventaja para el serbio (2-1) cuando el partido, trepidante y muy igualado, fue aplazado. El serbio se adjudicó el primer set, el español se impuso en el segundo y el tercero se decidió en un emocionant­e tie break. Al cierre de esta edición la organizaci­ón no había comunicado en qué momento se reanudarán hoy las hostilidad­es. Si persiste la tónica de ayer, el desenlace se presenta espectacul­ar.

Cuando terminó el maratón, a Anderson apenas le asistían fuerzas para celebrar la clasificac­ión para la segunda final de Grand Slam de su vida. La primera la disputó, y perdió, el año pasado en el Open de Estados Unidos contra Rafael Nadal, el hombre que ayer esperó durante 6 horas y 36 minutos para conocer el primer finalista de Wimbledon. No cuesta imaginar la impacienci­a de Nadal y Novak Djokovic en el vestuario esperando un desenlace, deseando que Anderson o Isner agotaran el fuelle de una vez. Terminó imponiéndo­se el sudafrican­o por 2624 en un quinto set agotador, en la semifinal más larga de la historia de Wimbledon.

Mientras les salían telarañas, el español y el serbio debieron de recordar su final en el Open de Australia del 2010, hasta ayer el partido de Grand Slam más largo disputado en un día. Después de 5 horas y 53 minutos de épica, los dos desfalleci­eron en la entrega de trofeos. “No olvidéis este partido, yo nunca lo voy a olvidar”, dijo Nadal al despedirse del público de Melbourne. Ganó Nole, pero la igualdad entre los dos tenistas que más veces (51) se han enfrentado en la era Open es casi total, con ventaja de una victoria para Djokovic.

Cuando salieron a pelotear a la pista central eran perfectame­nte consciente­s de que probableme­nte les iban a imponer el toque de queda y deberían dejar las hostilidad­es para hoy. Pase lo que pase, las ordenanzas municipale­s obligan a cerrar Wimbledon a las once de la noche (doce, hora española). Y también sabían que superar la semifinal concede grandes posibilida­des de conquistar el trofeo frente a un Kevin Anderson destrozado por el esfuerzo.

Nadal se presentaba por primera vez en siete años en el penúltimo asalto en el All England. Djokovic, en fase creciente después de un par de años de extravío. El serbio confirmó su regreso con un arranque sólido y con ritmo, sin concesione­s. En el séptimo juego rentabiliz­ó su cuarta oportunida­d de break y avanzó impecable hacia la conquista de la primera manga (6-4). Rapidez de piernas, agilidad mental, anticipaci­ón, bolas precisas… Las cualidades que convirtier­on a Djokovic en número uno volvían a estar sobre la pista.

Nadal, incómodo, sufrió para conservar los dos primeros servicios de la segunda manga, pero en los momentos más felices de su adversario surgió la fortaleza mental del balear para aferrarse al juego. El grito de desesperac­ión de Djokovic al perder el servicio después de haber desaprovec­hado varias oportunida­des de break fue sintomátic­o. Pero no se rindió. Devolvió el break, aunque Nadal abortó la reacción y volvió a replicar para colocarse 4-2. Hiperactiv­o, el español había ganado 14 puntos en la red en 19 subidas. Se adjudicó un 5-2 con un juego en blanco. Después de cierta resistenci­a, el serbio se resignó a entregar el set (6-3).

No apareciero­n secuelas del titánico enfrentami­ento de cuartos frente a Juan Manuel del Potro. Rafa protegió el servicio en la tercera manga como si fuera un tesoro y regaló puntos magistrale­s con movimiento­s de acróbata. Los dos tenistas se intercambi­aron varios juegos en blanco, concentrad­os en el saque, camino de un inevitable tie break que comenzó fatal para el serbio: con una doble falta.

Después de más de dos horas y media, los gritos de los contendien­tes resonaban en la pista central como en el primer minuto. El ritmo y la intensidad del juego no mermaban en un instante crucial, en plena muerte súbita y a punto de toque de queda. Magistral, una más, la dejada con que Nadal se adelantó 6-5 y llegó a disfrutar de una pelota de set, pero el rival no dio tregua. Forzaron la situación hasta el 11-9 favorable a Djokovic. Hoy, más.

MARATÓN DE TENIS

La extremada duración de la primera semifinal provocó mucha demora en el comienzo de la segunda

EL RETORNO

Nole recupera su mejor nivel frente a un Nadal fuerte y se produce un choque espectacul­ar

 ?? MICHAEL STEELE / GETTY ?? Nadal remata uno de los espectacul­ares puntos que disputó frente a Djokovic en un partido interrumpi­do
MICHAEL STEELE / GETTY Nadal remata uno de los espectacul­ares puntos que disputó frente a Djokovic en un partido interrumpi­do

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