Sanción récord de la UE contra Google por abuso de dominio con Android
La Comisión Europea ultima una multa que podría superar los 4.000 millones de euros, la segunda que impone a la tecnológica
La Comisión Europea prepara la imposición de una multimillonaria multa récord, de al menos 4.000 millones de euros, a la empresa Google, líder en los servicios en la red. La sanción obedece a su política de abuso de posición dominante con el sistema operativo de los móviles Android.
La Unión Europea sancionará en las próximas horas a Alphabet, la sociedad matriz de Google, según Reuters. La agencia explica que la medida estaba preparada para la semana pasada pero el Ejecutivo comunitario decidió retrasarla por la visita del presidente estadounidense, Donald Trump, a Bruselas para acudir a la cumbre de líderes de la OTAN.
El importe de la multa puede incluso superar los 2.400 millones de euros que se le impuso en el 2017, por haber favorecido de forma indebida su sistema de compras en línea (Google Shopping) respecto al resto de competidores y limitando la comparación de precios.
Se especula que esta vez se alcanzarían los 4.000 millones de euros, según el rotativo belga Le Soir. No obstante, según las normas de la Unión Europea, la multa podría ascender hasta un máximo del 10% del volumen de ingresos global de Alphabet. En el 2017, la matriz de Google registró una cifra de negocios de 94.742 millones de euros, con lo que la multa podría ascender hasta cerca de 9.000 millones.
Esta vez en el ojo del huracán está el sistema operativo de los móviles Android, creado por la sociedad californiana muy popular en los teléfonos móviles. El temor de la Comisión es que Google aproveche su posición de liderazgo (su cuota de mercado en los celulares supera el 90% en Europa) para ejercer un dominio abusivo en el sector de la publicidad en línea.
El argumento de Bruselas, tras las investigaciones llevadas a cabo por la Comisaria europea a la Competencia, Margrethe Vestager (que anoche habló con el consejero delegado de la empresa Sundar Pichai), es que Google usaría Android como caballo de
Troya para imponer sus productos en los dispositivos.
Por ejemplo, la empresa norteamericana impone a los fabricantes que emplean su sistema operativo que instalen Google Play, un tipo de tienda virtual que permite, entre otras cosas, comprar aplicaciones. El mecanismo, además, es perverso porque esta ventana comercial de Google sólo se puede descargar mediante el motor de búsqueda Google Search, que, a su vez, sólo se encuentra con el navegador Google Chrome. En resumidas cuentas, todo pasa por el mislos mo canal. Y esto sería sólo una parte del problema. Porque la Comisión también detectó que Google ofrecía incentivos fiscales a los productores para convencerles a instalar Google Search.
Hay que tener presente que Android está presente en la mayoría de smartphone y tabletas. Es una plataforma abierta a todos los desarrolladores, que pueden trabajar y sacar nuevas versiones de la misma. Es uno de los argumentos históricos de Google para demostrar que, lejos de imponer nada, el sistema ha permitido en realidad una “democratización” de la telefonía, porque al no haber costes de desarrollo, los precios se abaratan.
Otro debate es qué efectos podría producir la sanción. Desde el punto de vista financiero, el impacto sería relativo, para una sociedad que factura 26.000 millones de euros cada trimestre. Y, por otra parte, incluso si las aplicaciones de Google dejaran de ser preinstaladas en los aparatos, muchas de ellas (Google Maps, YouTube, Chrome) son tan extendidas entre los consumidores que tampoco dejarían de usarlas. En todo caso, la empresa de Mountain View tendría 90 días para presentar alegaciones.
Bruselas considera que el sistema operativo Android limita la competencia
El motor de búsqueda se defiende al sostener que su sistema es abierto a los desarrolladores