Acuerdo con advertencia
Firma de un pacto de libre comercio para un mercado de 600 millones de personas
La UE y Japón han firmado un acuerdo de libre comercio que, más allá de las cuestiones pecuniarias, supone un aviso a Donald Trump y sus políticas proteccionistas que llegan envueltas en críticas a sus tradicionales aliados europeos.
La Unión Europea y Japón firmaron ayer un ambicioso acuerdo de libre cambio comercial que confían que sirva de contrapeso al proteccionismo a ultranza que predica el presidente norteamericano, Donald Trump. En la cumbre UE-Japón que tuvo lugar en Tokio, los tres firmantes del acuerdo mandaron un mismo aviso a idéntico destinatario. “Políticamente (el acuerdo) es una luz en la creciente oscuridad de la política internacional”, dijo el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk. El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, concretó más: “El comercio es más que aranceles y barreras. Va sobre valores… no hay protección en el proteccionismo”. No hizo falta citar el nombre de Donald Trump para saber a quién iba dirigida tanta insistencia en el libre comercio. Eran recados para el presidente de los Estados Unidos que, aplicando su doctrina de “América primero”, está desencadenando una batalla comercial con Europa, y una aún mayor con China, mientras pone en cuestión las bases de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
También Japón conoce las ansias proteccionistas de Trump, quien, en su primer día en la Casa Blanca, en enero del 2017, se retiró del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica que ligaba a Estados Unidos con Japón y otros 10 países. Tal vez por ello, el primer ministro, Shinzo Abe, se refirió también sin nombrarlo a Trump: “Hay una preocupación creciente sobre el proteccionismo, pero yo quiero que Japón y la UE lideren el mundo enarbolando la bandera del libre comercio”.
Son los discursos que acompañaron la firma del “acuerdo comercial bilateral mayor de la historia”, según palabras de Donald Tusk, que cubre un tercio de la economía mundial y un mercado de más de 600 millones de personas. Costó más de 4 años y 18 rondas de negociaciones hasta conseguir firmar un pacto definido coloquialmente como “coches por queso”, refiriéndose a los que serán los grandes beneficiarios de su firma. Por un lado, los coches
“El acuerdo es una luz en la creciente oscuridad de la política internacional”, dice Donald Tusk
japoneses verán rebajados sus aranceles un 10% en el mercado europeo, con lo cual esperan aumentar sus ventas en Europa donde siguen por detrás de sus rivales . Como compensación, el sector alimentario europeo tendrá facilidades para capitalizar la demanda de los consumidores japoneses de queso, chocolate, carne y pasta. El presidente de la CE, JeanClaude Juncker, destacó que el acuerdo beneficia a los agricultores europeos, y también a los consumidores, que tendrán acceso más fácil a la famosa ternera de Kobe y al melón Yubari. En total, el acuerdo eliminará entre el 94 y el 99% de aranceles, y una vez lo hayan ratificado tanto el Parlamento Europeo como el japonés, se aplicará de forma progresiva a partir del 2019.
Además del acuerdo comercial, la UE y Japón también llegaron a un pacto que permitirá la libre circulación de datos personales entre las dos partes. “Los datos son la gasolina de la economía global y este acuerdo permitirá a los datos viajar con seguridad entre nosotros para beneficiar a nuestros ciudadanos y a nuestras economías”, dijo la comisaria europea de Justicia, Vera Jourova.