Condena a Rusia por el trato a las Pussy Riot y el caso Politkóvskaya
Doce años después del asesinato de Anna Politkóvskaya, la justicia rusa no ha podido determinar quién encargó a un pistolero acabar con la vida de la conocida periodista de investigación. Esta falta de efectividad le valió ayer a Rusia una condena del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, que determinó que el Estado ruso “no ha puesto en marcha las medidas de investigación apropiadas para identificar al o a los responsables”.
En una sentencia aparte la corte, con sede en Estrasburgo, también determinó ayer que tres activistas de la banda de rock Pussy Riot condenadas en el 2012 por una canción protesta contra el presidente Vladímir Putin en una catedral de Moscú recibieron un trato inhumano.
En el caso Politkóvskaya, el tribunal determinó que el Estado ruso debe pagar 20.000 euros a sus familiares en concepto de daños. La periodista, que trabajaba para el periódico opositor Nóvaya Gazeta, fue tiroteada en el portal del edificio donde vivía, el 7 de octubre del 2006. Era muy crítica con la política del Kremlin en el Cáucaso y había denunciado la corrupción y la violación de derechos humanos en Chechenia. Desde la oposición se acusó al poder ruso de este crimen por encargo. Pero el Kremlin siempre negó tener nada que ver. El Ministerio de Justicia ruso anunció ayer que dispone de tres meses para recurrir.
En el 2012 los tribunales rusos condenaron a un expolicía por su implicación en el crimen. Dos años después recibieron penas de prisión cinco hombres, dos de ellos (incluido el pistolero) a perpetuidad. Pero ni rastro aún de quién encargó el crimen.
En el caso de las Pussy Riot, la corte entiende que María Aliójina, Nadezhda Tolokónnikova y Yekaterina Samutsévich sufrieron un trato degradante en el juicio, en el que fueron condenadas por “vandalismo motivado por odio religioso” a dos años de prisión. Estrasburgo también considera que Moscú violó la libertad de expresión y dice que Rusia decretó penas de prisión “sin analizar la letra de su canción ni tener en cuenta el contexto”. Y ordena que Rusia pague 16.000 euros a cada una.
Seis hombres fueron condenados por el asesinato de la periodista, pero ni rastro de quién les pagó