La Vanguardia

‘Rissaga’ mortal

El variado catálogo de sucesos meteorológ­icos en Baleares capta la atención de los expertos

- A. CERRILLO / A. PEÑALVER

Un turista alemán falleció el lunes tras ser arrastrado por una ola en la cala de Ses Egos, situada en la zona de Cala D’Or, en Santanyí (Mallorca). Fue la letal consecuenc­ia de una rissaga, suceso meteorológ­ico que provocó olas de metro y medio. Baleares registra otros fenómenos atmosféric­os peculiares como caps de fibló, medicanes y remolins.

El turista (de 53 años) fue víctima de la rissaga cuando estaba de vacaciones junto a su mujer y sus dos hijos. La familia trataba de acceder al mar a través de unas escaleras situadas en unas rocas junto a una zona de chalés, pero la violenta marea arrastró al padre y a sus dos hijos hasta el mar. La madre consiguió rescatar a uno de los niños, pero su marido y el otro pequeño desapareci­eron en el oleaje. Posteriorm­ente, el padre fue sacado del agua, inconscien­te, pero los esfuerzos del personal sanitario para salvarlo fueron infructuos­os.

Ha sido el último embate de las rissagas, olas de entre 70 centímetro­s a 1 metro de altura debidas a las rápidas oscilacion­es del nivel del mar y que preferente­mente ocurren en puertos, calas y zonas de aguas cerradas. Incluso, se dan casos en que estas elevacione­s llegan a los 2 metros, lo que provoca inundacion­es costeras. “Es como si se arrojara una piedra sobre el mar que produce resonancia­s”, dice Tomeu Rigo, técnico del Servei Meteorològ­ic de Catalunya.

Las rissagas suelen darse en el puerto de Ciutadella, pues, al ser muy estrecho y estar orientado al canal de Menorca (entre las islas de Mallorca y Menorca), ha sufrido algunos de sus efectos más violentos. “En zonas del canal de Menorca es donde las oscilacion­es pueden tener una mayor repercusió­n”, añade Rigo. Así ocurrió en el 2006 y en 1984 en Ciutadella, donde se dieron estas típicas oscilacion­es que hacen que los barcos bajen (y casi toquen tierra) y suban en repentinos y bruscos movimiento­s que provocan desperfect­os en las embarcacio­nes.

La velocidad de estas ondas depende de la profundida­d del fondo marino. “Con 80 metros de profundida­d media, las olas se propagan a 100 km/h; y si la profundida­d es menor, las olas van más lentas”, explica Agustí Jansà, exdelegado de Aemet en les Balears.

Este tipo de sucesos meteorológ­icos se debe al paso de perturbaci­ones con bruscos descensos de la presión atmosféric­a, causantes de fuertes oscilacion­es del agua. También las propician vientos fuertes, como los temporales de levante. “El encuentro del aire cálido que proviene de África y los vientos fuertes del Mediterrán­eo genera una oscilación de presión que tiene una respuesta marina en forma de ola pequeña, que se amplifica y llega a la costa”, añade Jansà.

Un segundo fenómeno meteorológ­ico llamativo en Baleares es el cap de fibló o tromba marina (mànega), que constituye algo así como un pequeño tornado, con su clásica forma de embudo o tubo que pende de una nube tormentosa. Se trata de un fuerte remolino de aire ascendente hacia la base de la nube. Este tubo se puede ir alargando o acercándos­e a la superficie del mar o a tierra, y en este último caso se puede hablar de tornado. “En general la mayoría de los caps de fibló o trombas marinas no llegan a tocar el suelo en nuestra zona geográfica, aunque a veces lo consiguen y originan fortísimos vientos y grandes destrozos”, según expone Jeroni Lorente, catedrátic­o emérito de Física de la Atmósfera de la Universita­t de Barcelona (UB).

Baleares registra de vez en cuando también perturbaci­ones semejantes a los ciclones tropicales. Por eso, se ha acuñado el término medicane (contracció­n del término inglés Mediterran­ean Hurricane). Los medicanes se ven favorecido­s por las aguas cálidas, como los ciclones tropicales en el Caribe y el Pacífico, pero su estructura es diferente y su severidad menor.

Pero hay alguna diferencia. “Mientras los ciclones tropicales son sobre todo perturbaci­ones de aire cálido, los medicanes se pueden generar con aire frío en altura a partir de las borrascas o depresione­s típicas de nuestras latitudes; no obstante, con la influencia del Mediterrán­eo evoluciona­n a estructura­s similares a los huracanes”, añade el catedrátic­o Lorente. El estudio de este fenómeno (y su posible incremento debido al calentamie­nto) es una nueva línea de investigac­ión en la meteorolog­ía, añade el profesor.

Además, los remolinos son muy frecuentes en verano en las playas de Baleares. Se calienta la arena y se levanta una burbuja de aire muy cálido que atrae aire alrededor en forma de giros que pueden alcanzar los 50-70km/h (con levantamie­nto de sombrillas incluidos). No obstante, esta es una situación local y de corta duración (a veces inferior a un minuto), nada comparable a las estructura­s de las trombas o tornados.

UN FENÓMENO BALEAR

Un meteotsuna­mi causa la muerte de un turista e inunda zonas de Mallorca

AGUAS CÁLIDAS

Los expertos acuñan el término medicane para los ciclones de baja intensidad

 ??  ?? Parece imposible. Las rissagas provocaron el lunes inundacion­es en zonas litorales, como en la mallorquin­a Alcúdia (derecha), que sorprendie­ron a los visitantes del puerto, y a las que acompañaro­n fuertes remolinos que levantaron sombrillas en Binibeca...
Parece imposible. Las rissagas provocaron el lunes inundacion­es en zonas litorales, como en la mallorquin­a Alcúdia (derecha), que sorprendie­ron a los visitantes del puerto, y a las que acompañaro­n fuertes remolinos que levantaron sombrillas en Binibeca...
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain