Open Arms pone rumbo a Palma tras rechazar puertos italianos
“¿No será que tienen algo que esconder?”, pregunta Salvini
La oenegé catalana Proactiva Open Arms cree que la política contra la inmigración del ministro del Interior ultraderechista Matteo Salvini ha convertido a Italia en un país inseguro. Por eso pidieron ayer a España un puerto para desembarcar a la mujer camerunesa y los cadáveres de otra mujer y un niño de corta edad que encontraron el martes entre los restos de un naufragio ante las costas de Libia. El Gobierno español autorizó su entrada al puerto de Palma de Mallorca, donde deberán llegar el próximo sábado.
El nuevo desencuentro entre la oenegé y Salvini arrancó cuando hallaron a las tres personas entre lo que quedaba de un bote y acusaron a los guardacostas libios, “asesinos alistados por el Gobierno italiano para matar y torturar”, de abandonarles tras hacerse cargo de los otros 158 migrantes a bordo. El fundador de Open Arms, Óscar Camps, aseguró que “de este crimen es responsable la política de Matteo Salvini”.
Aunque Italia había ofrecido el puerto de Catania, Open Arms considera que los actos de Salvini presentan muchos “factores críticos” para terminar desembarcando a los cadáveres y a la mujer, en estado de shock, en Italia. “Resulta incomprensible que así como comunicaron disponibilidad para recibir a la mujer rescatada en hipotermia severa, no haya sido así para los dos cadáveres encontrados”, lamentaba la oenegé en un comunicado.
En cambio, el ministro del Interior italiano asegura que sí que les ofrecieron desembarcar a las dos personas fallecidas. “A pesar de la disponibilidad de los puertos sicilianos, la ONG va a España con la mujer herida y los dos muertos. ¿No será que tienen algo que esconder?”, preguntó Salvini. Él ha llegado a acusar a las oenegés de ser cómplices de los traficantes y el martes cerró específicamente los puertos italianos a Open Arms. “Sólo los verán en postal”, dijo. El Viminal mantiene que ofrecieron los puertos de Catania y Messina pero no Lampedusa, más cerca de su posición, porque no contaba con celdas frigoríficas.
Según la revista italiana Internazionale, la mujer que ha sobrevivido, Josefa, huyó de Camerún para escapar de las palizas de su marido. “Me fui porque mi marido me pegaba. Me pegaba porque no podía tener hijos”, contaba a la periodista a bordo mientras se tocaba la barriga. Se encuentra todavía tan impactada por lo sucedido que sólo recuerda que estuvieron en el mar dos días y dos noches, y que “los policías libios” les comenzaron a “golpear”.
No hay tregua en el horror del Mediterráneo. Ayer otro bote con unas 150 personas se hundió en las costas del norte de Chipre. Los guardacostas turcos rescataron a 103 con vida, pero 19 se ahogaron y todavía buscan a 25 personas desaparecidas.