El alma del Peninsular
ASSUMPCIÓ NICOLAZZI ROVIRA (1922-2018) Hotelera
Sólo alguien enamorado de su profesión puede seguir involucrado con el negocio aun estando jubilado. La hotelera Assumpció Nicolazzi era una de esas personas, que había volcado completamente su vida en el hotel Peninsular de Girona, fundado por su bisabuelo –originario de la región italiana del Piamonte– en 1853, y que todavía hasta ahora, a los 95 años, seguía al pie del cañón.
A pesar de que hacía tiempo que había cedido los mandos y gestión del negocio a su sobrino Francesc Xavier Nicolazzi, cada día hasta hace muy poco el personal y los clientes de este céntrico establecimiento la podían ver en acción interesándose por todos esos detalles que hacen que un negocio funcione. “Le gustaba controlar el confort de las habitaciones, estaba muy pendiente de la lavandería, se interesaba por saber quién entraba y salía… en realidad nunca dejó de trabajar”, explica Francesc Xavier Nicolazzi, quinta generación de un negocio familiar que tiene el honor de ser el alojamiento hotelero más antiguo de la ciudad.
“Llevaba el oficio en la sangre, era su deformación profesional”, destaca de ella el también hotelero Josep Carreras. Con esos elogios no es extraño que se la conociera como el alma del Peninsular.
El vínculo de Assumpció con el hotel empezaba el día de su nacimiento, el 13 de diciembre de 1922, cuando su madre dio a luz en la habitación número 8 del establecimiento, donde Nicolazzi creció y vivió toda su vida y asumió las riendas de la dirección a mediados de la década de los años setenta.
La suya fue una vida al servicio de la hostelería junto a su marido, Juli Lara, repleta de anécdotas de todo tipo como las recopiladas por el periodista Víctor Gay en el libro El Peninsular (1853-2003). Memòria d’un hotel de Girona, publicado coincidiendo con el 150.º aniversario del negocio. Explicaba que durante los años de la Guerra Civil, las tripulaciones de aviación con sede en el campo de Celrà, mayoritariamente rusos, se alojaron en el hotel; que estuvo a punto de ser quemado por las tropas republicanas, y que durante el rodaje de las escenas de tauromaquia de la película Pandora y el holandés errante en Girona, a principios de los años cincuenta, la gran estrella Ava Gardner durmió en el Peninsular. “De Gardner recordaba Nicolazzi que cada noche se llevaba una botella de whisky a la habitación que a la mañana siguiente estaba vacía”, explica Víctor Gay.
Ava Gardner no fue la única estrella de la época que se alojó en el establecimiento. El torero Manolete, el mariscal Pétain, cuando era embajador de Francia en España, o Víctor Català (seudónimo de la escritora Caterina Albert) también se hospedaron en el Peninsular.
La familia Nicolazzi-Lara impulsó también otros negocios hosteleros en la ciudad como el restaurante L’Arcada de la Rambla y La Rosaleda, uno de los referentes gastronómicos antes de la irrupción del Fornells Park.
Assumpció Nicolazzi estuvo vinculada a CDC y fue concejal entre los años 1897 y 1991. También estaba muy unida a la parroquia del Mercadal y formaba parte del Consell Municipal de la Gent Gran. De memoria prodigiosa, Nicolazzi tenía en mente escribir otro libro en el que contar todo lo que había ocurrido en el negocio durante los últimos 15 años haciendo gala así del ímpetu y vitalidad que la caracterizaron durante toda su vida.