De Mr. Bean al comisario Maigret
El actor Rowan Atkinson abandona la comedia para interpretar al detective parisino, icono literario del escritor Georges Simenon
Rowan Atkinson, que popularizó el personaje de Mr. Bean durante la década de los noventa, ha cambiado de registro de forma radical en su nueva incursión televisiva. Abandona la comedia que tantos éxitos le ha dado (también protagonizó L’escurçó negre en los ochenta) para meterse en la piel del comisario Jules Maigret, icono literario nacido de la imaginación del escritor belga Georges Simenon que ha vendido más de 600 millones de libros en todo el mundo. La primera temporada de la serie, que consta de dos episodios de 90 minutos, se ha incorporado esta semana al catálogo de Filmin, plataforma que ha anunciado que estrenará la segunda entrega, también de dos episodios, después del verano.
Con Maigret, Rowan Atkinson se suma a la lista de actores cómicos que en algún momento de su carrera sorprendieron con un cambio de registro con el que además lograron un reconocimiento que la comedia pocas veces suele brindar, como los casos de Jerry Lewis y su autoparodia en El rey de la comedia (Martin Scorsese, 1982) o Robin Williams en títulos como El indomable Will Hunting” (Gus Van Sant, 1997).
Atkinson logra con su interpretación hacer olvidar a su entrañable Mr Bean y da vida con credibilidad a este comisario, apegado siempre a una inseparable pipa, nacido de la pluma de Georges Simenon hace noventa años, y al que ya interpretaron con anterioridad actores como Jean Gabin y Charles Laughton en el cine o Michael Gambon en la televisión.
Atkinson define a este detective como un tipo normal y corriente haciendo un trabajo extraordinario. “A diferencia de otros detectives de la literatura no es un excéntrico, ni tiene esqueletos en el armario, ni posee un cerebro superdotado”, lo que no ha impedido protagonizar hasta 66 novelas y 28 relatos cortos. Un personaje que supuso todo un reto para Atkinson, quien en un primer momento declinó participar en el proyecto pero que acabaría cediendo ante la insistencia de la cadena ITV (la misma que dio luz a Downton Abbey).
“Estaba muy preocupado porque se trataba de un personaje con una personalidad similar a la mía, y eso es algo que nunca he querido hacer. Siempre me he sentido mucho más cómodo interpretando personajes que están lejos de mí y de mi propia esencia”, explicaba el popular actor, de 63 años, después de rodar la ficción.
Aunque la serie se ambienta en el París de los años cincuenta, los dos episodios de la primera entrega se rodaron en Budapest porque, además de un notable ahorro en los costes de producción, la decisión de rodar en Hungría también presentaba otra razón lógica: “El Budapest de hoy se parece más al París de los años 50 que el propio París”, argumentaba el productor Jeremy Gwilt.
Los dos capítulos de la primera temporada llevan por título Maigret tiende una trampa, en el que el detective busca a un asesino en serie que aterroriza al barrio de Montmartre después de asesinar cinco víctimas, y Maigret y su muerto, en el que, tras no hacer caso a la llamada de un hombre aterrado que asegura que alguien quiere matarle horas antes de que aparezca su cadáver, el comisario decidirá buscar al asesino porque se siente culpable.