Bienvenido, comandante
Maradona asume la presidencia del Dínamo de Brest bielorruso
La escena puede resultar esperpéntica para cualquier espectador europeo, pero la afición del Dínamo de Brest bielorruso la vivió en todo su pretendido corte marcial. Asomado a un aparatoso vehículo paramilitar anfibio, el otrora dios del fútlos bol, Diego Armando Maradona, desfilaba lentamente por la pista de atletismo del estadio multiusos donde juega un equipo que los petrodólares han puesto en el mapa.
Tras regresar este verano a la actualidad entre la admiración y la mofa en los palcos de los estadios rusos donde Argentina jugó sus citas mundialistas, el Pelusa ha vuelto a superar todos los rumores y bu- que circulan a su alrededor para sorprender a propios y extraños convirtiéndose en el nuevo presidente de un club que hasta ahora vivía a la sombra del BATE Borisov y el Dínamo de Minsk pese a tener en su haber las últimas dos Copas de Bielorrúsia, los únicos títulos de su palmarés. Ahora, el equipo de esta ciudad fronteriza con Polonia presume de tener como máximo representante institucional y mánager deportivo a toda una leyenda y construye su nueva casa, el Sheik Zayed Stadium, que rinde homenaje al emir de Abu Dabi y primer presidente de los Emiratos Árabes.
Tras su primer baño de masas, Maradona asistió por primera vez a un primer encuentro –y derrota– de su nuevo equipo y conoció a la plantilla. “No se crean que yo me voy a venir en saco y corbata y meterme en una oficina. No, no, no: los entrenamientos los dirijo yo, a los arqueros les pateo yo”, fue el primer mensaje que lanzó al equipo y que, como los vídeos de sus aventuras y desventuras en Rusia, ya circula ampliamente por las redes.
Maradona, que aseguró llegar para quedarse pese a haber puesto ayer mismo rumbo a Argentina para pasar las vacaciones, vivirá en la capital y se desplazará diariamente a Brest en un avión privado que el club ha puesto a su disposición. Tendrá una mansión valorada en más de 15 millones de euros y once empleados. “Estoy en el mejor momento de mi vida. No voy a ser un presidente más en la historia del club. Voy a ser el último presidente del Dínamo. Me voy a quedar para siempre. Lo siento por el respaldo y el afecto de toda la gente”, aseguró el astro antes de partir de Minsk. El 10 aseguró no tener miedo ni al frío: “Me crié en una villa miseria y caminaba descalzo sobre la nieve”, dijo en su presentación.
“Diego ha firmado el mejor contrato de su vida. No fue sencillo. Hubo muchas reuniones para rubricar un compromiso que no sólo asegurará el futuro de Maradona, sino el de todos sus herederos”, añadió su abogado, Matías Morla, que le acompaña en tan lucrativa aventura.
Reconocido ya por su nueva afición como “comandante” –en español– y protagonista de todo tipo de serigrafías que mezclan su imagen con la del Che Guevara, Maradona tiene ahora una cita pendiente con el otro presidente, Alexander Lukashenko, a quien no dudó en elogiar. “Recuerdo a Fidel, a Chávez, a Gadafi... conozco a Putin. Ahora quiero una foto con Lukashenko. Espero que sea nuestro hincha”, zanjó.
EL PRIMER MENSAJE AL EQUIPO “No voy a venir a meterme en una oficina: yo dirijo los entrenamientos y a los arqueros les pateo yo”