La Vanguardia

Presión en el PDECat para que Pascal abandone la dirección

Puigdemont asegura que dejará el partido si la secretaria general continúa al frente Los críticos trabajan para que el partido confluya en la Crida del expresiden­t

- JOSEP GISBERT

La asamblea del PDECat arranca hoy con el futuro de Marta Pascal sobre la mesa. Ella no renuncia pero Puigdemont quiere que sea relevada al frente del partido.

Una vez puesto en marcha su propio proyecto político de unificació­n del independen­tismo en una única plataforma a través de la Crida Nacional per la República, Carles Puigdemont está dispuesto a llevar la iniciativa hasta las últimas consecuenc­ias. Y donde primero quiere ponerlo en práctica es dentro de casa, es decir, en su propio partido, en el marco de la asamblea nacional –el equivalent­e al congreso– que el PDECat lleva a cabo en Barcelona desde hoy hasta el domingo. La idea es dinamitar la actual dirección de la formación, porque según fuentes de su entorno es reacia a toda confluenci­a, y garantizar la plena integració­n de la marca sustituta de CDC en el nuevo movimiento.

Por si alguien dudaba de que el proyecto político del expresiden­te de la Generalita­t es, antes que nada, una opa en toda regla al PDECat o un torpedo a su línea de flotación, él mismo se ha encargado de hacer llegar en los últimos días, a quien ha querido escucharle, el mensaje de que Marta Pascal, la actual coordinado­ra general, no puede continuar al frente de la dirección. Hasta el extremo de que, en una reunión el miércoles en Hamburgo con un grupo de alcaldes, les comunicó que si ella se mantenía en la cúpula, él abandonarí­a el partido, lo que en la práctica supondría una escisión en toda regla. En este encuentro, además de figuras emergentes como la nueva alcaldesa de Tortosa, Meritxell Roigé, se encontraba­n también, entre otros, el alcalde de Molins de Rei, Joan Ramon Casals, cara visible del sector crítico que está dispuesto a plantear batalla al actual equipo de dirección, y el de Gironella, David Font, coordinado­r precisamen­te de la asamblea nacional.

En el cónclave se han inscrito cerca de 2.000 militantes, y la clave está en saber quién tiene el control y, por tanto, la mayoría, si la cúpula que lidera Pascal o el sector crítico que está claramente alineado con el proyecto y las tesis de Puigdemont. De momento, la coordinado­ra general mantiene su intención de presentar candidatur­a para la que pasará a ser la secretaría general, al frente de un equipo que desea que sea amplio y transversa­l, y no piensa retirarse. La presión para que ceda el paso es mucha, pero, a pesar de ello, ha hecho llegar a sus círculos más próximos que no figura en sus planes la posibilida­d de dar un paso atrás y que, en todo caso, no se lo pondrá fácil a quienes quieren descabalga­rla. Su idea es que haya una única candidatur­a, que represente a todas las sensibilid­ades del PDECat y cuya composició­n está todavía negociando, y su voluntad es “intentarlo hasta el final”.

El sector crítico, por su parte, está a la expectativ­a de si Pascal se aparta y, en caso de que no lo haga, la intención sería presentar una candidatur­a alternativ­a para disputarle el liderazgo. El problema es que dentro de este sector crítico no acaba de existir acuerdo sobre el camino que seguir y, en consecuenc­ia, la posibilida­d de una alternativ­a no es por ahora en absoluta segura y está en el aire, a pesar de ser la opción que tiene el respaldo del expresiden­te de la Generalita­t, que indirectam­ente también participar­á en la asamblea nacional con el voto delegado –junto al de Josep Maria Matamala– en Albert Batet, portavoz de JxCat en el Parlament. Habrá que ver qué movimiento­s de última hora se producen, pero todo indica que la incógnita no se despe- jará hasta el último momento, hasta que el domingo al mediodía expire el plazo de presentaci­ón de candidatur­as, justo antes de que sean sometidas a votación de la militancia.

Entre los movimiento­s que estos últimos días se están produciend­o destacan las visitas a los exconselle­rs del PDECat presos, más asequibles y frecuentes desde que han sido trasladado­s al centro penitencia­rio de Lledoners. Especialme­nte significat­ivo en este sentido fue el pronunciam­iento inequívoco de Jordi Turull, Josep Rull, Joaquim Forn, y también Lluís Puig desde Bruselas, en favor de la plena integració­n del partido en el proyecto de la Crida Nacional per la República, que marca claramente la línea que seguir, pero, a diferencia de Puigdemont, entre los exconselle­rs no existe unanimidad sobre la convenienc­ia o no de dinamitar sin concesione­s la dirección de la actual coordinado­ra general. El partido, sea como sea, deberá pronunciar­se abiertamen­te sobre la incorporac­ión a la nueva plataforma del expresiden­te de la Generalita­t –que cuenta con más de 27.000 adheridos–, porque como mínimo una agrupación, la del Baix Llobregat, ha formulado una enmienda en esta línea y tendrá que votarse.

Planteada en estos términos, la asamblea nacional del fin de semana será más que un encuentro para actualizar la posición ideológica y la estructura del PDECat, como había quedado finalmente planteada. Está en juego, de hecho, el futuro de la formación y del nuevo proyecto político de Puigdemont, y el temor de algunos de los que ya vivieron el agitado congreso de refundació­n del 2016 es que, como entonces, se repita el error de cerrarlo en falso.

POSICIONES ENFRENTADA­S La coordinado­ra general no cede y presentará candidatur­a y los críticos dudan

NUEVO PROYECTO POLÍTICO El fantasma de la escisión se cierne sobre la asamblea del partido que comienza hoy

 ?? LLIBERT TEIXIDÓ ?? Marta Pascal, con Maria Senserrich, asistió el lunes a la presentaci­ón de la Crida Nacional per la República
LLIBERT TEIXIDÓ Marta Pascal, con Maria Senserrich, asistió el lunes a la presentaci­ón de la Crida Nacional per la República

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