Preparados para lo peor
Lanza el aviso dada la falta de tiempo y las dificultades en las negociaciones
Las turbulencias por las que está pasando el proceso de ruptura entre el Reino Unido y la UE ha llevado a la Comisión a advertir a los estados miembros se preparen ante la eventualidad de un Brexit duro, sin periodo de transición.
La falta de progresos en las negociaciones y el tiempo que se va agotando han llevado a la Comisión Europea a pedir a los estados miembros que aceleren sus preparativos para un Brexit duro. Es un escenario que nadie desea. Todas las partes, europeos y británicos, prefieren pasar por los 19 meses de transición que permitirían una salida gradual, pactada, que facilite el cambio. Pero el fracaso de las negociaciones es una posibilidad para la que hay que estar preparado.
La comunicación que presentó ayer la Comisión Europea detallando los pasos para afrontar la salida del Reino Unido advierte que, en cualquier caso, se sufrirán “perturbaciones... haya acuerdo o no”. “Tenemos que estar preparados para los dos posibles resultados… para todas las eventualidades”, afirmó la portavoz de la CE, Mina Andreeva. Prevenidos por si se consigue el acuerdo, por supuesto, pero también por si se acaban rompiendo las conversaciones, y el Reino Unido sale de la Unión Europea el 30 de marzo del próximo año sin transición ni periodos transitorios. Un escenario que en el documento se califica de “ruptura brutal” .
En este caso, ese día se dejaría de aplicar el derecho de la UE para el Reino Unido y en el Reino Unido. La conclusión de la comunicación es clara. Se trabaja para un acuerdo, pero “no hay certeza de que se consiga. E incluso si se llega a un acuerdo , la relación del Reino Unido con la Unión Europea ya no será la de un Estado miembro, y por tanto, estará en una situación fundamentalmente distinta”. De tal diagnóstico se extrae la recomendación general a los estados, a las empresas y a los ciudadanos para prepararse para este cambio que supondrá la salida de un Estado de la Unión, y uno de los grandes. Tener en cuenta que el Reino Unido será “un país tercero, ni más ni menos”, dicen fuentes de la CE. Y eso cambiará muchas cosas.
Los expertos de la Comisión Europea llevan meses trabajando en esta comunicación pero, curiosa coincidencia, la hicieron pública el día que se estrenaba en Bruselas el nuevo ministro para el Brexit, Dominic Raab, que mantuvo su primera entrevista con el negociador europeo, Michel Barnier. Como siempre, Barnier recordó que el reloj corre, “quedan 13 semanas” para la cumbre de octubre donde se debe cerrar el acuerdo, dijo el negociador europeo, para añadir que es vital encontrar una solución para la frontera entre la República de Irlanda e Irlanda del Norte, una de las cuestiones que se están demostrando más difíciles de resolver. Por su parte, el nuevo ministro del Brexit, Raab, consideró “vital” progresar en el debate sobre la futura relación que mantendrán el Reino Unido con la UE. Manifestó que llegaba “con energía renovada, vigor y empuje”. Falta les harán, tanto a Raab como a Barnier, para conseguir acercar posiciones y llegar a un acuerdo en el plazo tan corto de tiempo que les queda.
Si no lo consiguen, la Comisión alerta de que las consecuencias afectarán a la situación de los ciudadanos británicos en la UE y a los europeos en el Reino Unido; al transporte, que sufrirá “un impacto grave”, y por supuesto, a las fronteras, con controles sobre las personas y las mercancías. Estas son sólo unas muestras de lo que supondría el temido Brexit duro.
“Tenemos que estar preparados para todas las eventualidades”, dice la portavoz de la Comisión Europea