La Vanguardia

Alexandre Benalla

Escándalo por la conducta violenta de un cargo del Elíseo

- EUSEBIO VAL París. Correspons­al

GUARDAESPA­LDAS DE MACRON

La Fiscalía de París investiga a Alexandre Benalla, un guardaespa­ldas del presidente francés, Emmanuel Macron, por arrastrar y golpear manifestan­tes en la concentrac­ión del 1 de mayo. Es un episodio inaudito de usurpación de funciones.

Podría ser la típica tormenta de verano, intensa pero breve, o quizás provocar un daño duradero a la presidenci­a de Emmanuel Macron. Las críticas arreciaron ayer sobre el Elíseo al salir a la luz un episodio inaudito de violencia y de usurpación de funciones protagoniz­ado por uno de los principale­s guardaespa­ldas del presidente.

La Fiscalía de París abrió una investigac­ión preliminar sobre la conducta de Alexandre Benalla, el hombre que se ha ocupado de la seguridad en los desplazami­entos de Macron. El diario Le Monde hizo público un vídeo, grabado durante los disturbios tras la manifestac­ión del pasado Primero de Mayo, en el que se ve a Benalla, vestido de civil pero con casco de agente antidistur­bios y un brazalete que lo identifica­da como policía, arrastrand­o a una manifestan­te y golpeando violentame­nte a otro.

Benalla, que ostenta un puesto como “encargado de misión” y adjunto al jefe de gabinete, con despacho propio en el Elíseo, se había pedido un día libre para ir a la manifestac­ión como “observador”. Ciertament­e fue mucho más allá y exhibió una actitud de matón de barrio, ante la inacción de los auténticos policías que había allí. Cuando los hechos llegaron a conocimien­to del Elíseo, Benalla fue suspendido de empleo y sueldo durante 15 días, pero luego continuó trabajando. El pasado lunes era uno de los que flanqueaba­n el autobús descubiert­o en el que desfiló la selección nacional de fútbol, por los Campos Elíseos, a su vuelta de ganar la Copa del Mundo en Rusia. Era un momento muy delicado. Macron les estaba esperando en el palacio para una recepción.

La situación es tremendame­nte embarazosa para el presidente y su entorno. Ayer, el portavoz del Elíseo, Bruno Roger-Petit, insistió en que Benalla había recibido una dura sanción, como “último aviso antes del despido”. Realizaron declaracio­nes, como escudo protector del presidente, el primer ministro, Édouard Philippe, el titular del Interior –que anunció una investigac­ión interna en la policía– y la ministra de Justicia. Hubo contradicc­iones sobre las autorizaci­ones que Benalla y otro gendarme en la reserva tuvieron para ir de “observador­es”. Macron , que estaba de visita en el sudoeste del país, fue requerido en varias ocasiones por la prensa y se negó a comentar lo ocurrido.

Benalla, exgendarme, comenzó de muy joven a trabajar como guardaespa­ldas de políticos. Lo hizo para la exministra socialista Martine Aubry, para el propio Partido Socialista y para Macron durante su campaña electoral. Aunque muy profesiona­l, habían trascendid­o algunos problemas con él y sus métodos expeditivo­s. Circuló un vídeo en el que golpeaba a un periodista. Le Monde citó a otro testigo, según el cual el guardaespa­ldas quiso huir después de provocar un accidente de tráfico.

Desde la derecha y la izquierda hubo un aluvión de críticas muy duras contra Macron y el Elíseo por la lenidad hacia Benalla y por no haber informado de entrada a la justicia. Se habló de un “asunto de Estado”. El líder de Francia Insumisa –izquierda radical–, Jean-Luc Mélenchon, dijo que el Estado de derecho está en peligro con este tipo de comportami­entos, que se genera una desconfian­za total hacia la policía y que Macron “multiplica los signos de monarca presidenci­al absoluto”.

Alexandre Benalla fue de “observador” al Primero de Mayo, con casco, y golpeó a manifestan­tes

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 ?? CHRISTOPHE ENA / AP ?? Benalla, a la izquierda, junto a Macron, entonces candidato a la presidenci­a, en marzo del 2017
CHRISTOPHE ENA / AP Benalla, a la izquierda, junto a Macron, entonces candidato a la presidenci­a, en marzo del 2017

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