Barcelona traslada el reparto de comida de la estación del Nord
El gobierno de la alcaldesa Colau pone en marcha un plan para mejorar la seguridad en el barrio de Fort Pienc
El Ayuntamiento de Barcelona trasladará los repartos de comida entre personas necesitadas que tienen lugar prácticamente a diario en las proximidades de la estación del Nord. Fuentes municipales explicaron ayer que el gobierno de la alcaldesa Ada Colau y las entidades solidarias que distribuyen los alimentos acaban de acordar que en pocas semanas, antes de que termine el mes de julio, estas actividades se llevarán a cabo en la parroquia de Sant Fèlix d’Àfrica, muy cerca, en el número 29 de la calle Sardenya.
La medida forma parte de un plan de choque destinado a mejorar la convivencia y frenar la degradación en el barrio de Fort Pienc. El pasado enero el Ayuntamiento decidió cerrar la estación durante las noches. Desde entonces, entre las doce y media de la noche y las cinco y cuarto de la madrugada sólo pueden acceder al equipamiento viajeros con billete.
Los repartos de comida siempre generaron cierta polémica en la zona. Muchos entienden que contribuyen a la estigmatización de sus beneficiarios en tanto que tienen lugar en el espacio público. En ocasiones producen aglomeraciones de centenares de personas. También pueden desencadenar un efecto llamada. Además, la proximidad de la estación de autobuses alimenta la presencia en los alrededores de personas que llegan a Barcelona sin apenas recursos. La cercanía de Ciutat Vella y de un centro para jóvenes en riesgo de exclusión también alimentan la intranquilidad de los vecinos.
Hace años que muchos denuncian que la creciente presencia de gente que no sabe a dónde ir, de adolescentes que inhalan cola, de indigentes que suman muchos años bebiendo... están degradando la vida cotidiana del barrio. En abril del 2016 el grupo municipal del PDECat sacó adelante una proposición que instaba al gobierno de Colau a tomar medidas para revertir la situación. Los concejales demócratas volvieron a denunciar “la inacción municipal en Fort Pienc” hace menos de tres meses. Una y otra vez insistieron en que el Ayuntamiento debía aumentar la presencia de la policía municipal.
Las fuentes del gobierno del Colau subrayaron ayer que el distrito del Eixample ya incrementó en 80.000 euros el gasto en horas extras de la Guardia Urbana durante el segundo semestre de este año. Los refuerzos se desplegarán por todo el barrio y se centrarán especialmente en la estación del Nord y
Vecinos y oposición denuncian desde hace años la degradación de la calidad de vida en este punto del Eixample
sus proximidades. También se mejorará la iluminación, sobre todo en la plaza Fort Pienc, y se emplearán árboles que no entorpezcan la visibilidad. Además, este plan de choque contempla multiplicar la presencia de educadores y trabajadores sociales en las calles de Fort Pienc a fin de conducir a las personas que lo necesiten a los servicios de atención que ofrece la ciudad. El primer teniente de alcalde y concejal del Eixample, Gerardo Pisarello, quiso destacar como este plan pone el acento tanto en la mejora de la seguridad como en el trabajo social. “Esperamos que contribuya a rebajar la preocupación de los vecinos”.
Más a largo plazo, al menos no antes del 2021, el plan también contempla cambiar el sistema de cámaras de seguridad de la estación del Nord, renovar sus lavabos para reducir los comportamientos inadecuados, mejorar sus accesos e iluminación...