La Vanguardia

“Esto no es una traición”

Animado por su familia, Molina se decidió a jugar con la ‘azzurra’ tras 15 años con ‘la roja’

- TONI LÓPEZ JORDÀ

Willy Molina (Ceuta, 1984) se siente como en casa en las Picornell y en Barcelona, donde residió 9 años, siendo jugador del CNB. De hecho, cuando acabe el Europeo, el 28 de julio, se quedará unos días en la ciudad con su familia visitando a los amigos. Guillermo es un icono del waterpolo español, tras 15 años sirviendo a la causa y 7 como capitán. Aunque ahora –desde el 16 de febrero– luce y defiende el gorro azul del Settebello, la selección de Italia. Cosas del waterpolo.

“Somos un deporte minoritari­o, no hay que verlo como una traición. La vida cambia, las circunstan­cias cambian, los principios cambian… y ya está. La gente, si lo piensa, lo acaba entendiend­o”, confiesa desde el corazón en conversaci­ón con La Vanguardia antes de empezar a entrenarse con Italia en la piscina municipal de l’Hospitalet, bajo la mirada benefactor­a del cuerpo técnico transalpin­o. “Me cuidan mu- cho, me protegen, por el hecho de jugar en Barcelona”, cuenta este in- menso jugador (1,94 y 108 kg), tan gigante como noble. Pese a que ya disputó la Europa Cup, la Liga Mundial y los Juegos Mediterrán­eos en sus cinco primeros meses como italiano, Molina está en el centro de las miradas: ha vuelto a casa, a jugar con otro...

“Ninguna crítica por cambiar de selección. Y si las ha habido, no me he dado cuenta. Tampoco me preocupa. Son decisiones que tomamos”, quita importanci­a a los censores habituales. Y lo encaja con humor. “En Ceuta se lo han tomado bien. A lo mejor de aquí a dos años renombran el pabellón (que lleva su nombre desde el 2010)”. De hecho, cuando se supo que jugaría con Italia hubo quien inició una campaña en Change.org para que quitasen su nombre del pabellón. Recogieron 18 firmas.

Molina no se arrepiente de la opción que tomó. Una decisión en diferido, instigada por su familia, sobre todo sus hijos. Cuando dejó la selección española con el 7.º puesto en los Juegos de Río, aquel agosto del 2016, no pensaba volver a re- presentar a ningún país. “He llegado ya al límite. Quiero dedicar los tres meses de verano a mi mujer y a mis hijos”, argumentó. Pero las circunstan­cias cambiaron. “Ellos son los que me animaron a ir con la selección italiana”. Ellos son su mujer, Sofia, y sus hijos, Leonardo (5) y Manuel (3), ambos nacidos en Italia, donde Willy reside (y trabaja) ininterrum­pidamente desde el 2007. “Fue curioso: uno piensa una cosa creyendo que es lo mejor para todos, y tus hijos te dicen: ‘Ah, papá: ¿pero puedes jugar con Italia?’… Al final, me dije que si tenía la oportunida­d, jugaría con Italia”.

Es una forma de agradecimi­ento al país que le abrió las puertas del waterpolo profesiona­l y que le ha dado una familia. “Sin ninguna duda, Italia ha estado muy presente en mi vida. Es de agradecer que me hayan dado una oportunida­d a los 34 años”. Una oportunida­d que le brindó Sandro Campagna, el selecciona­dor del Settebello, quien ya lo había tentado tiempo atrás. “Todo fue muy rápido. Se lesionó Francesco Di Fulvio (su compañero del Pro Recco), me llamó Sandro, y mi mujer me dijo: ‘Es una oportunida­d, estamos todos bien, a los niños les gusta…’ Y me dije ‘Pues venga, va, lo probamos’”.

Y ahí está Willy luciendo el gorro azul y hablando un español con acento italiano, pensando en italiano y comiendo pasta en cada comida. “La acogida ha sido muy buena, muy natural, muy soft, sin ninguna presión. Como he jugado tantos años con muchos jugadores, ya estaba familiariz­ado. Cuando llegué fue muy raro: era como si ya estuviese con ellos desde hacía tiempo. A los compañeros les gustó que yo estuviese, no vi malas caras, tenían ganas de que llegara”, cuenta Molina, que nota “muy pocas diferencia­s” entre las dos seleccione­s. “Ambas funcionan de forma parecida, sabiendo que ni los italianos ni los españoles somos serbios”.

Tras dos victorias inapelable­s y contando con que pasarán primeros de grupo (hoy, ante Georgia, 15.30h) y se ahorrarán los octavos de final del domingo, la Italia de Molina podría cruzarse con España en semifinale­s... o en la final. “Sería el tercer partido que me enfrento a ellos. Así que cada vez es menos extraño. La primera vez, en la Europa Cup, fue muy duro emocionalm­ente, era un trago que había que pasar. Pinedo (Dani López, el portero) me dijo: ‘Ya puedes cantar el himno’...” Willy se sabe Il canto degli italiani, “un trozo, la estrofa inicial, porque mis hijos me lo cantan. Pero no lo canto en público para no hacer el ridículo”.

AGRADECIMI­ENTO A ITALIA “Italia ha estado muy presente en mi vida; es de agradecer que me dé una oportunida­d a los 34 años”

UN REENCUENTR­O CON ESPAÑA “Sería el tercer partido, así que es cada vez menos extraño; la primera fue muy duro emocionalm­ente”

 ?? MANÉ ESPINOSA ?? Guillermo Molina es uno de los puntales de Italia, con la que ha anotado 2 goles en los dos partidos
MANÉ ESPINOSA Guillermo Molina es uno de los puntales de Italia, con la que ha anotado 2 goles en los dos partidos

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain