Asalto a la valla con violencia contra la policía.
Radiales eléctricas, cizallas y mazos fueron empleados para atravesar la frontera de Ceuta Los migrantes usaron cal viva, palos, piedras y aerosoles como lanzallamas contra los agentes Un total de 602 personas logran cruzar y colapsan los centros de aco
Nunca antes de ayer había sido tan violento un asalto a la valla de Ceuta. Un numeroso grupo de inmigrantes, que la Guardia Civil cifró en 602, logró llegar a territorio español después de atacar por sorpresa la valla con medios más agresivos que en otras ocasiones. Radiales eléctricas, cizallas, mazos, aerosoles convertidos en lanzallamas y cal viva contra los agentes españoles fueron algunos de los medios empleados en este violento asalto, en el que resultaron heridos de diversa consideración 132 inmigrantes y 15 guardias civiles.
Todo comenzó sobre las 6.30 horas de la mañana de ayer, cuando una multitud de unos 800 inmigrantes subsaharianos se dirigió al asalto de la valla de Ceuta por uno de sus puntos de peor visibilidad para las cámaras de seguridad de la frontera española, la Finca Berrocal. El asalto duró cerca de una hora, mientras agentes fronterizos españoles y marroquíes pudieron contener a los asaltantes, que usaron medios agresivos con las fuerzas policiales, como el lanzamiento de recipientes de plástico con excrementos y cal viva, aerosoles a modo de lanzallamas, piedras y palos. Finalmente, cerca de 600 lograron entrar en España.
El Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI), saturado, acogió a 586 de las personas que lograron cruzar. Otras 16 fueron trasladadas al hospital Universitario de Ceuta para ser atendidos de lesiones diversas. Trece fueron dadas de alta.
Entre los agentes fueron atendidos 15 por lesiones. Cinco fueron trasladados al mismo hospital y sólo uno de ellos quedó ingresado en observación al estar afectado en los ojos por el lanzamiento de cal viva.
La Guardia Civil indicó que llegó a requisar cócteles molotov y que algunos de los asaltantes, una vez dentro de territorio español, lanzaron piedras contra algunos agentes y vehículos policiales, lo que causó roturas de cristales a tres de estos.
La Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC) reclamó más seguridad para los agentes que vigilan la frontera en Ceuta y Melilla. El sindicato relacionó este asalto, de una violencia sin precedentes, con el anuncio del Gobierno de que se retirarán las concertinas que coronan con hojas cortantes los extremos de las vallas para utilizar otras medidas menos cruentas.
Según el sindicato, el Gobierno adelantó esta modificación “sin tener en cuenta medidas de segu- ridad adicionales tanto para la frontera como para los agentes que la custodian, ya que iba a traer problemas de seguridad”.
“La respuesta de los emigrantes subsaharianos a la medida anunciada por el Ejecutivo ha sido rociar con cal viva y con excrementos y orín a los guardias civiles que trataban de impedir un nuevo salto a la valla”, señaló la AEGC en su comunicado.
“¿Dónde quedan los derechos y la seguridad de los guardias civiles? – preguntó el sindicato al Gobierno–. La retirada de las concertinas puede ser una acción humanitaria, pero para llevarla a cabo en primer lugar hay que tener un plan B de seguridad para esta zona caliente de nuestro país como es la frontera de Ceuta y Melilla”, reclamó.
La Asociación de Guardias Civiles alerta del efecto llamada del anuncio de retirada de las concertinas
Esta asociación de guardias civiles augura que el problema de los asaltos “se agravará” si cuando se retiren las concertinas no se aumenta la dotación de agentes para la custodia de la frontera, así como más material antidisturbios y de autoprotección.
“Para la AEGC ya es hora de dar soluciones en las que no sólo se tengan en cuenta los derechos de unos y se olviden de los derechos de la otra parte, los guardias civiles, que son los que de verdad se arriesgan en cada asalto a la valla fronteriza”, remarcó el comunicado. El texto aseguró que los inmigrantes “ya no se mueven como hace años por impulso”, sino que “los ataques están estudiados”.
Al quedar completamente saturado el CETI de Ceuta, el Ejército comenzó a instalar ayer tiendas de campaña en el aparcamiento de las instalaciones de la Federación de Hípica de la ciudad para alojar a una buena parte de los inmigrantes.
En lo que va de año, no se habían producido asaltos a la valla de Ceuta. En este 2018 han llegado a la ciudad norteafricana española por vía terrestre 1.173 personas (contando las 602 de ayer) por medios diversos, como maleteros de coches y bajos de camiones. Aunque no existen registros exactos, la entrada por la valla es la más masiva jamás registrada.
Entre los años 2008 y 2017 entraron en Ceuta un total de 18.970 personas. La tendencia de esas llegadas ha sido creciente hasta el 2016, cuando se alcanzó el pico con 3.223 entradas. En el año 2017 hubo 3.219.
Los datos actualizados de la Organización Internacional de las Migraciones (OIM) a 15 de julio señalan que España ya supera a Italia en llegadas de inmigrantes africanos. Un total de 18.106 personas han entrado en España por mar en lo que va de año, frente a las 17.827 que lo han hecho por Italia y las 14.678 que lo hicieron por Grecia. Todo indica que la vía del Mediterráneo occidental va a seguir siendo la primera en los próximos meses.
Fabrice Leggeri, el jefe de Frontex, declaró hace unos días al diario alemán Bild: “Si me preguntan cuál es mi principal preocupación en estos momentos, le diría que es España”. El portavoz de la OIM, Joel Millmann, también hacía un vaticinio que ya se ha convertido en realidad: “España superará pronto a Italia como el país que más inmigrantes va a recibir tras cruzar el Mediterráneo”. Los datos oficiales demuestran que la peligrosidad actual de la ruta marítima que desemboca en las costas de Italia es mucho mayor que la que llega a España.