Francesc Torres
RECTOR UPC
Las universidades UPC, con Francesc Torres de rector, y UPF, con Jaume Casals, se han unido para ofrecer un grado conjunto en Ingeniería Industrial y Economía que cuenta con la tutela del mundo empresarial.
En Europa es habitual que las universidades oferten grados compartidos con otros campus, no siempre del mismo país. Esta es una experiencia todavía poco extendida en España, no así en el caso de los másteres.
Pero desde hace unos pocos años, los campus españoles se han empezado a apuntar a esta modalidad. ¿Por qué? Por un lado, por el prestigio internacional que arrastran este tipo de estudios. Por el otro, porque la doble experiencia no solo favorece a los jóvenes sino también a la economía de las universidades: existe un ahorro con esta estrategia conjunta y solidaria en contratos y en medios.
Siguiendo esta onda cosmopolita, dos de las grandes universidades públicas catalanas como son la Politècnica de Catalunya (UPC) y la Pompeu Fabra (UPF) han programado para el curso 2018-2019 el nuevo grado de cuatro años en Industrial Technologies and Economic Analysis (Tecnologías Industriales y Análisis Económico). Se imparte íntegramente en inglés y arranca en octubre con 40 plazas, una cifra que se prevé más o menos estable en los próximos cursos a pesar de que en su lanzamiento han sido 139 estudiantes los que han pedido entrar.
Las asignaturas se cursan en los campus de las dos universidades. De este modo, además de la multidisciplinariedad de las enseñanzas del grado, se comparte espacio y tiempo con otros estudiantes de Ingeniería Industrial y de Economía. El bloque de tecnologías industriales se hace en la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Industrial de Barcelona de la UPC y el bloque de economía, en la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la UPF.
No es este un grado compartido al uso, aun siendo estrictamente público. Es decir, la matrícula tiene un precio público y el acceso no difiere del resto (la nota de corte ha sido de 12,102 sobre 14). Su singularidad reside en la fuerte implicación del tejido empresarial con la que cuenta. Barcelona Global, FemCat, la UPC y la UPF han constituido incluso la Fundación Barcelona Education in Science and Technology (BEST), que preside Joaquim Coello y que se encarga de liderar y organizar un plan de esponsorización del nuevo grado.
La fundación vehicula las aportaciones de las empresas y estas contribuyen a crear un programa de becas para que aquellos alumnos que tengan dificultades económicas puedan disponer de ingresos para manutención y residencia. La implicación de las compañías irá más allá, ayudando en la creación de programas de prácticas, apoyando en los proyectos de fin de grado o programando estancias de estudiantes.
Estos estudios adquieren un interés estratégico para las empresas captadoras de talento. De hecho, el proyecto empezó a gestarse desde Barcelona Global hace más de 3 años. Entonces se partía de una necesidad: dar respuesta a una demanda creciente de las empresas de asociar la ingeniería –una de las profesiones del futuro– a un perfil más económico.
Uno de los grandes activos del proyecto es la unión de la UPC y la UPF ya que se concentra la experiencia del profesorado de uno y otro campus. El rector de la UPC, Francesc Torres, resume así la filosofía de esta titulación: “Dos universidades tan dispares hemos unido lo mejor de cada una para ponerlo al servicio de la sociedad y, sobre todo, de un
La fundación BEST vehicula la aportación de las compañías privadas en programas de becas y prácticas
mercado laboral que demanda otro perfil de ingeniero, con una formación más trasversal y, por tanto, más competitiva”. Jaume Casals, rector de la UPF, abunda en esa idea, pero introduce una visión más romántica de la ingeniería: “Lo que se busca es dar una fuerte inyección a la ingeniería más allá de su aspecto meramente mecánico: formar a profesionales más completos, con una visión abierta a las necesidades socioeconómicas en un entorno de cambio acelerado”.
La suma de ingeniería y economía ha pesado a la hora de atraer a más mujeres, aseguran con indisimulada satisfacción los dos rectores. Ya en este curso, ellas representan un 36,4% de los 40 estudiantes matriculados, mientras que ellos, un 63,6%.