La Vanguardia

Japón ejecuta a los últimos autores del atentado en el metro de Tokio en 1995

- TOKIO

Japón ejecutó ayer a los últimos autores del atentado en el metro de Tokio de 1995, cuatro japoneses miembros de la secta Verdad Suprema, condenados por matar a 13 personas e intoxicar a otras 6.000 más con gas sarín.

Kenichi Hirose (de 54 años), Toru Toyoda (50), Masato Yokoyama (54) y Yasuo Hayashi (60) fueron ahorcados ayer por la mañana en distintos centros penitencia­rios del país, al mismo tiempo que otros dos compañeros suyos, Satoru Hashimoto (51) y Kazuaki Okazaki (57), eran también ahorcados por el asesinato en 1989 de un abogado –que preparaba una demanda multimillo­naria contra la secta–, su mujer y su hijo. Hashimoto y Hayashi también habían sido condenados por participar en otro ataque con gas sarín, este en Matsumoto en 1994, que sirvió como ensayo para el atentado de Tokio de un año después.

Estas últimas ejecucione­s ponen fin a una larga causa, cuyo último capítulo empezó hace tres semanas con el ahorcamien­to de siete miembros de la secta, entre ellos el líder supremo, Shoko Asahara. Otros 190 miembros más de la secta han recibido condenas más leves.

La ministra de Justicia, Yoko Kamikawa, calificó ayer los atentados de “ataque indiscrimi­nado contra vidas preciosas de civiles”, y justificó la aplicación de la pena capital a “crímenes extremadam­ente crueles”. Recordó que la mayoría de la población nipona apoya esta pena y defendió que las ejecucione­s fueron ordenadas tras llevar a cabo “largas y cautelosas investigac­iones”.

“Puede que esto suponga el final desde el punto de vista penal, pero yo no tengo la sensación de que el caso haya acabado. Aún hay gente que sufre las secuelas”, dijo ayer Shizue Takahashi, viuda de un trabajador del metro fallecido en los ataques y representa­nte de una agrupación de víctimas.

Expertos nipones en sectas advertían ayer a través de la agencia Efe que las ejecucione­s podrían provocar represalia­s y alimentar el culto al líder de Verdad Suprema entre organizaci­ones herederas.

Verdad Suprema fue fundada en 1984 y en apenas una década se convirtió en una organizaci­ón temible. Se la considera la primera en el mundo en desarrolla­r agentes químicos y biológicos y en ser capaz de atacar a civiles a gran escala sin apoyo estatal. La secta (que mezcla elementos bíblicos, budistas y del yoga) llegó a contar con 10.000 seguidores, entre ellos profesiona­les con grados universita­rios. Incluso presentó una lista de candidatos a las elecciones generales de 1990 que no logró representa­ción parlamenta­ria.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain