Santi Potros, exjefe de ETA, quedará en libertad el próximo 5 de agosto
El terrorista, inductor del atentado de Hipercor, ha permanecido treinta años en prisión
La fecha ha dado muchas vueltas pero ya hay una definitiva. El histórico dirigente de ETA, Santiago Arrospide, más conocido por su alias Santi Potros, saldrá a la calle el próximo 5 de agosto después de cumplir 30 años en prisión, el periodo máximo establecido por ley. El exetarra, de 70 años, encabezó la organización en los ochenta y fue el inductor de algunos de los atentados más sanguinarios de la banda, como el de Hipercor, que causó 21 víctimas, o el de la plaza República Dominicana de Madrid, que mató a 12 personas.
Integrante de ETA desde 1974, Potros se trasladó tres años después a Francia, desde donde dirigió algunos de los comandos más letales de la organización, lo que le valió un ascenso en el escalafón de la banda, que en 1985 le llevó a la jefatura, compartida con Francisco Mujika Pakito y José Antonio Urrutikoetxea Josu Ternera. Detenido en 1987 en Anglet en posesión de numerosas armas y documentación, su cruel trayectoria le valió una condena de 3.100 años por estar relacionado con atentados que causaron 40 muertes y más de 70 heridos.
Tras cumplir 13 años en cárceles francesas acusado de tenencia ilícita de armas y asociación con malhechores, en diciembre del 2000 fue extraditado a España, donde sumó otras once condenas. Con la aplicación de la doctrina Parot, la Audiencia Nacional decidió acumularlas y fijó su salida de prisión para el 2030, una vez que cumpliese el máximo legal. Sin embargo, la anulación de la norma por parte del Tribunal Europeo de Derechos Humanos marcó la excarcelación del exetarra para el 2025. Tampoco fue definitiva.
De nuevo, después de una decisión europea sobre el cómputo de las penas en países miembros, la Audiencia Nacional estableció que a la condena se le debían restar los años ya cumplidos en Francia. Potros salió a la calle en diciembre del 2014, una puesta en libertad que duró tan sólo 45 días, tiempo en el que regresó a su localidad natal, Lasarte (Gipuzkoa), y apenas se le vio dando paseos esporádicos. Cumplido ese periodo, fue otra vez detenido y condenado a otros 111 años por su relación con dos atentados en Madrid y Barcelona, donde en 1987 un comando colocó un coche bomba al paso de un vehículo de la Guardia Civil.
Sin haberse desmarcado de la banda, sus posicionamientos han evolucionado en prisión y ya en el 2006 no tuvo reparos en criticar el atentado contra la T-4 de Barajas que puso fin a la tregua, un momento en el que Potros abogaba por acabar con la violencia. Crítico con la banda, fue trasladado en el 2009 a la cárcel de Zaragoza y ha acumulado beneficios por realizar tareas de auxiliar de cocina y limpieza de la escuela. Actualmente se encuentra en el centro penitenciario de Topas (Salamanca), donde hace dos años se casó. El próximo día 5 abandonará sus muros.