Atentos al índice de audiencia
Llenos de vida Dirección: Agnès Jaoui Intérpretes: Agnès Jaoui, JeanPierre Bacri, Léa Drucker, Helena Nogueira
Producción: Francia, 2018. T.O.: Place publique. 98 m. Comedia.
Parece ser que Agnès Jaoui y Jean-Pierre Bacri han roto su relación sentimental, aunque siguen formando pareja en él terreno artístico. Llenos de vida es su quinto trabajo conjunto como guionistas, actores y con ella asumiendo asimismo la dirección. Este diálogo inicial del film, “no ser de izquierdas con 20 años es no tener corazón”, sitúa perfectamente este historia coral donde Bacri es una veterana figura televisiva en declive. No lo asume; es incapaz de superar el paso de los años, y las huellas físicas y psíquicas que van dejando. Por eso asiste con desgana a la fiesta que su cuñada ha organizado con motivo de la inauguración de su nueva mansión. En esta bulliciosa celebración se reencuentra con su exesposa, papel a cargo de la propia Agnès Jaoui. Ambos tuvieron una hija y todos coinciden en una fiesta poblada de burgueses nada solidarios con la pobreza ajena. También abundan los egos ilimitados, los tipos de codicia desmedida y con secretos sentimentales que emergen en esta celebración donde unos muestran lo mejor de sí mismos y otros (la mayoría) lo más deleznable. Obviamente, todos están preocupados por el nivel de audiencia de sus programas.
Cabe admitir que este nuevo trabajo de Jaoui y Bacri no llega a la excelencia de obras anteriores como Para todos los gustos (2000), Como una imagen (2004), Háblame de la lluvia (2008) y Un cuento francés (2013), pero el guión soslaya casi siempre los tópicos que parecen inevitables en una película de semejantes características.
Y es que, a su notoria pericia como guionista, debe sumarse la incuestionable habilidad de que está dotada Agnès Jaoui como diseñadora de imágenes, sin olvidar su talento como actriz que transmite convicción en todo momento. Como reconoce la propia directora, el espacio físico y psíquico de Llenos de vida no oculta la influencia de películas clásicas como Un día de boda (Robert Altman, 1978) o La regla del juego (Jean Renoir, 1939). Y añade: “Por supuesto que también revisamos El guateque , la comedia de Blake Edwards”.