La Vanguardia

Dominio sin fin

El Sky ha logrado el relevo sin ruptura y ya tiene en la recámara al hombre del futuro

- XAVIER G. LUQUE Pau Enviado especial

Lo anunciaron el primer día, que no habría problemas entre ambos, y lo han conseguido. El relevo entre Froome y Thomas, el traspaso del testigo entre los dos cracks del Sky, se ha hecho finalmente de la manera más elegante posible. Quizá no con tanta contundenc­ia, pero sí con la misma naturalida­d que Miguel Indurain dejó atrás a Perico Delgado. Y evidenteme­nte, sin la tensión crítica que mantuviero­n Bernard Hinault y Greg Lemond.

Thomas, 32 años, se hizo con el maillot amarillo en el primer final de alta montaña, en La Rosière. Froome, 33, quedó fijado en el segundo lugar, a 1m25s. Una diferencia que sólo se modificó levemente (14s más) en el Alpe d’Huez. Hasta que la ley del Tour dictó sentencia, en el col del Portet, el pasado jueves. A 3 kilómetros del final aún quedaban tres Sky (Thomas, Froome y Bernal) en el grupo de favoritos, de siete unidades en total. Pero entonces el cambio de ritmo del esloveno Roglic certificó la transición en el Tour. Thomas salió tras Roglic. Froome, no.

“Sabíamos que Chris no tenía uno de los mejores días, que sufría para seguirnos”, ha explicado Thomas. Y con toda sinceridad ha añadido: “Y eso era bueno para mí, porque si él sufría, quería decir que el resto también lo pasaba mal”.

El Sky ha sabido conducir la situación con elegancia. Cuando Froome se vio perdido, cuando el keniano no pudo seguir el ritmo de los otros cracks, el Sky descolgó levemente a Bernal, lo separó de Thomas. Para ayudarlo. Al dorsal número 1. Respect!

El galés es el nuevo rey del Tour. “G”, como le llaman todos en el equipo (pronunciad­o a la inglesa), es recibido con los brazos abiertos. También en Gran Bretaña: “Thomas es brillante, agradable y divertido. Es fácil quererlo”, explica Matthew Syed, comentaris­ta deportivo de The Times. Como hizo Froome en sus victorias del 2013, 15 y 16, Thomas llegó al Tour 2018 con el Dauphiné en el bolsillo, mientras Froome descansaba del Giro de Italia. No ha podido, él tampoco, con el cada vez más inalcanzab­le doblete Giro-Tour. No lo consuma nadie desde Pantani en 1998, y eso con un Tour que habría que coger con pinzas.

Froome, además, está sufriendo un Tour complicadí­simo. Antes del inicio, la carrera lo declaraba non grato, para rectificar poco después al saberse que quedaba limpio de su polémico positivo de la Vuelta a España. El resto, un calvario. “Me han abroncado e insultado, me han lanzado objetos, me han golpeado más de una vez, me han escupido...”, ha explicado Froome sin alzar la voz.

Y para acabar de rematarlo, cuando el jueves bajaba de retorno al autocar después de la etapa un gendarme lo tiró al suelo para detenerlo, pensando que era un aficionado que se había metido donde no tocaba. No es fácil renunciar al sueño del doblete Giro-Tour y al del quinto Tour con tanta elegancia y paciencia. Un quinto éxito que, quien sabe, quizá ya no tendrá más al alcance. El Sky deberá tomar decisiones de futuro entre

EL CICLISMO QUE LLEGA Thomas y Froome, de 32 y 33 años, tendrán que ceder el relevo al colombiano Bernal, de sólo 21

Thomas y Froome, no parece fácil que coincidan mucho en el calendario. Y además, el insaciable equipo británico tiene a punto un relevo de primera fila: el colombiano Egan Bernal (21 años), debutante en este Tour y deslumbran­te en la etapa del Portet y en el Tour en general, a pesar de una caída en las primeras etapas.

Dave Brailsford, el mánager del Sky, ha recordado que una de sus obligacion­es es planificar a dostres años vista. “Busqué y busqué quién podría ser el campeón del futuro. Y después de muchos estudios decidí que sería Bernal”. El Movistar también lo quería, pero el Sky no dudó y lo fichó, en una acción de mercado poco habitual en el ciclismo.

 ??  ?? Tensión. En una etapa decidida al sprint con victoria de Arnaud Démare, el Movistar pasó nervios con la caída de Nairo Quintana en el km. 67. El colombiano, que llegó con el grupo, sufrió un fuerte golpe en el hombro y codo izquierdos y se quejaba de...
Tensión. En una etapa decidida al sprint con victoria de Arnaud Démare, el Movistar pasó nervios con la caída de Nairo Quintana en el km. 67. El colombiano, que llegó con el grupo, sufrió un fuerte golpe en el hombro y codo izquierdos y se quejaba de...
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