Unos contra todos

Cuando nos encontramos un accidente en la carretera, la mayoría de personas aminoramos la velocidad, no sólo por precaución, sino para fisgonear, ver los vehículos destrozados, si hay heridos, sangre… Eso mismo hacen muchos informativos de televisión con el ciclismo: sólo existe cuando hay imágenes de duras caídas, ciclistas ensangrentados y situaciones curiosas ajenas a la carrera, como fueron las protestas que obligaron a neutralizar la carrera unos minutos. Está bien que se aprecie la dureza y peligros de este deporte, pero no me parece justo que el único interés que despierte una competición tan importante como el Tour sean sus desgracias.

A falta de las tres últimas etapas, parece que el Sky lo ha tenido todo muy fácil. La imagen de todos sus corredores en las primeras posiciones del pelotón controlando absolutamente cada movimiento se ha hecho muy repetitiva. Y es de aplaudir ¿eh…? pero sólo es un equipo. ¿Por qué no se pone de acuerdo el resto para plantar cara y ponerle las cosas un poco más difíciles? Sólo son ocho contra el resto. Supongo que cada equipo defiende sus intereses y sabe lo que hace, pero seguro que la carrera hubiera ganado en emoción. Una situación similar vivimos en el pasado Campeonato de España en ruta en Castellón. Todos los ojos estaban puestos en la posible superioridad del Movistar. ¿Y qué pasó? Efectivamente, controlamos y ganamos la carrera con facilidad. Era de esperar, la mayoría de las mejores ciclistas españolas forman parte del mismo equipo. Pero sabiendo esto con anterioridad ¿por qué no anticiparse y ponerse de acuerdo el resto para trabajar e intentar evitarlo? No tenían nada que perder. La carrera se transmitía por primera vez en directo por Eurosport, con una retransmisión de lujo y con un duro recorrido que hubiera dado mucho espectáculo. Lo tenía todo.

Sólo falta el valor de organizarse y plantar cara.