Lanzados a por la gloria
España vuelve a una final tras nueve años al ganar a Italia con grandeza y polémica
En el partido más importante de los últimos nueve años, el día de la verdad, la renovada selección española de David Martín estuvo imperial. Empujada por las Picornell de las grandes ocasiones, con 4.200 espectadores en unas gradas bulliciosas, España resucitó cuando más tocada parecía, con un parcial final de 3-0, dos paradas de un colosal Dani López Pinedo y un gol fantasma de Italia que no subió, y se clasificó para su primera final desde el Mundial de Roma 2009. Desde entonces, 9 años, diez campeonatos sin pena ni gloria. Ayer se quedaron a las puertas de la gloria que sólo le puede quitar la poderosa Serbia.
Días antes de comenzar el Europeo, una calurosa mañana en el CAR de Sant Cugat, David Martín confesaba a este diario que su selección había alcanzado “ya el nivel de poder ganar medallas”, en ese proceso de maduración acelerado para construir “un equipo muy potente para los Juegos 2020”, el gran reto de su mandato. Tal afirmación no era fruto de un calentón por el sol.
Tenía sus razones Martín: un invierno en el que sus pollitos habían adquirido experiencia en duelos internacionales y habían crecido en confianza con buenos resultados, la plata en la Europa Cup y el bronce en la Liga Mundial. Dos torneos menores, pero saldados con éxitos, al fin y al cabo. Por eso intuía, palpaba el seleccionador que su grupo de 13, renovado en más de la mitad hace sólo un año y medio, estaba ya preparado para afrontar una cita de altura como el Europeo. Que habían roto esa barrera mental que atenazaba históricamente a los españoles cada vez que se asomaban a unos cuartos, su muro infranqueable, derribado el martes ganando a Grecia con solvencia y oficio de veteranos.
Y así se lanzaron a las Picornell animados a seguir soñando. “Jugando así podemos luchar con cualquiera; los jugadores hemos definido nuestro estilo de juego”, resumía Munárriz. Un estilo que salía a relucir ante Italia: más orden, menos errores, seriedad defensiva, juego rápido, muy incómodo para el rival.
Y un Dani López Pinedo en estado de gracia a sus 38 años. El de Sants volvió a ofrecer un recital como ante Grecia. Ayer acumulaba un brutal 8/9 paradas (89%) en el segundo cuarto, lo que combinado con el soberbio 4-0 de Perrone, Tahull, Mallarach y Munárriz se tradujo en el 4-1 que disparaba a la selección a cuotas impensables.
Sin embargo, esta Italia veterana fue cogiendo el tono, pausada, con oficio, cerró su defensa y aseguraba cada ataque moviendo la bola. Así, en apenas 8 minutos le dio la vuelta al marcador (4-5) con un 0-4 inapelable que culminaba Di Fulvio con un misil. La réplica llegó de Mallarach, que apareció de nuevo para romper una sequía de 9 minutos sin marcar y poner el 5-5. A falta de 6 segundos de la bocina, Di Fulvio volvía a adelantar a Italia (5-6), que salía con ventaja al último cuarto.
En los 8 minutos finales, España salvó el match ball de Di Fulvio (5-7) con una soberbia defensa y una remontada de coraje liderada dos paradas providenciales de Pinedo y los goles de Tahull, Granados y Fran Fernández. A falta de 8 segundos, Figlioli lanzó con dureza, paró Pinedo, dio en el palo y se coló unos centímetros. Estaba dentro, pero el portero de Sants hábilmente la sacó. España estaba en la final.
PARCIAL DEMOLEDOR
España se levantó de la lona (5-7) con un 3-0 de Tahull, Granados y Fran, y dos paradas mágicas de Pinedo
LA POLÉMICA
El último lanzamiento, de Figlioli, a falta de 8 segundos, dio en el palo y entró, pero Pinedo la sacó