Ángel Losada
Ángel Losada, enviado especial de la UE para el Sahel
ENVIADO DE LA UE PARA EL SAHEL
El diplomático español Ángel Losada (64) es el hombre de Federica Mogherini en el Sahel, una región a la cual la UE debe prestar cada día más atención en aras de la estabilidad del norte de África y la seguridad de Europa.
El diplomático español Ángel Losada (1953), con más de treinta años de experiencia, dedica desde el 2014 sus esfuerzos al Sahel, este cinturón de 5.400 kilómetros de tierras africanas desde el Atlántico hasta el mar Rojo, un territorio que él califica como la frontera avanzada de Europa. Enviado especial para el Sahel, primero lo fue en representación de España y desde el 2015 de la Unión Europea. Bajo las órdenes directas de la Alta Representante, Federica Mogherini, pilota la actuación europea en una de las zonas del mundo más inestables por la profusión de grupos terroristas y la debilidad de las estructuras de Estado. Precisamente este domingo se celebran elecciones en Mali, uno de los países clave de esta zona, y que los últimos seis años ha sufrido la violencia de los militantes islamistas y los tuaregs separatistas que puso en riesgo la propia supervivencia del Estado.
¿Es importante el Sahel para la seguridad de Europa?
Es más que importante. La seguridad del Sahel es la seguridad de Europa. Es la frontera avanzada. En una visión estratégica del norte de África, con el vacío que supone Libia, el Sahel está inmediatamente en la frontera con Libia. Pero es que esta frontera es prácticamente inexistente. De ahí la necesidad de tener una política coherente con el Sahel porque tiene una influencia directa para la estabilidad del norte de África y la de Europa. Pero aún más, hasta hace poco el Sahara era considerado un escudo de protección frente a todos los riesgos de seguridad, pero desde la crisis del 2012 ya no es ningún escudo, al contrario, el Sahara es un lugar inhóspito donde campan a sus anchas los grupos terroristas y los traficantes.
En este desafío, España por razones geográficas, queda en primera línea del frente.
Si el Sahel es importante para la seguridad de Europa, para la de España aún más. La afecta por cuestiones de terrorismo, migraciones y estabilidad. La estabilidad del norte de África es fundamental.
Este domingo se celebran elecciones en Mali, un país que en el 2012 estuvo a punto de desaparecer como Estado por la infiltración terrorista. ¿Está mejor ahora Malí que hace seis años?
Está mejor, pero persiste el riesgo. La amenaza terrorista se ha desarrollado porque el Estado sigue ausente. El vacío del Estado es el oxígeno del terrorismo. Muchas veces los terroristas cumplen funciones sociales. Grupos terroristas organizan pasos de ganado en el río para ayudar a la población y ganársela, ante la ausencia del Estado. La situación ha mejorado, pero los movimientos yihadistas se han anclado en la región. Hoy el norte es menos problemático, pero la inseguridad ha bajado al centro del país, que es el nervio, el pulmón económico, donde el Estado ha perdido posiciones.
Y no hay avances claros en el proceso de paz.
Se han conseguido dos grandes logros. El primero es sentar a la mesa a los grupos que antes se enfrentaban y el segundo es que ya no se discute la integridad territorial.
En la lucha contra el terrorismo tiene un peso importante el G5, los cinco países (Burkina Faso, Chad, Mali, Mauritania y Níger) que han formado una fuerza conjunta con ayuda de la UE.
Cuando en noviembre del 2015, en Yamena (Chad) anunciaron la creación de la fuerza del G5 nos sorprendió a todos. Cómo era posible que cinco de los países más pobres del mundo quisieran crear una fuerza conjunta. La Alta Representante, Federica Mogherini, reaccionó muy bien, poniendo inmediatamente encima de la mesa una ayuda de 50 millones de euros. Fue un gesto político de gran impacto.
¿Cuándo estará plenamente operativa esta fuerza conjunta del G5?
De los 5.000 soldados previstos ya se han incorporado más de 3.500. Tenemos el mando ya operativo en Mali, los puestos de mando están al . 100%; los batallones, al 70%. Lo que más urge es equipamiento y armas.
¿La misión de la fuerza conjunta es únicamente combatir el terrorismo?
Esta es una de sus tareas fundamentales, pero también debe contribuir a restablecer la presencia del Estado, ayudar a las acciones de desarrollo que se llevan acabo, y facilitar las acciones humanitarias. Es la filosofía de seguridad y desarrollo.
¿En el Sahel hay relación entre el terrorismo y el tráfico de drogas y de seres humanos?
No cabe duda que terrorismo y tráficos ilícitos van de la mano. Uno alimenta al otro. Han degenerado en tráfico de drogas, de armas, a raíz del vacío que creó la crisis libia, y hoy en día drogas, armas y redes criminales están ligadas íntimamente a la crisis yihadista.
Usted presenta el Sahel como vital para nuestra seguridad, pero sigue siendo un gran desconocido.
Mi misión es precisamente sensibilizar sobre la importancia del Sahel. Desde el 2012 hay una toma de conciencia enorme, porque ha afectado a los países europeos. Además del terrorismo, hay otros factores a tener en cuenta. Es una de las zonas donde la explosión demográfica es más importante. Una mujer en Níger tiene más de siete hijos de media. En pocos años, habrá una población enorme de jóvenes a las puertas de Europa.
CINCO ALIADOS REGIONALES “El G5 debe luchar contra el terrorismo pero también ayudar al desarrollo”
UN PAÍS CLAVE
“La inseguridad ha bajado al centro de Mali, donde el Estado ha perdido posiciones”