El agua salva a Hamilton
Ona Carbonell renuncia a Glasgow para centrarse en otros planes
Cuando parecía que el Ferrari de Sebastian Vettel iba a firmar con facilidad la pole en Hungaroring, un pequeño diluvio le dio la vuelta a la tortilla, encumbrando a Lewis Hamilton que parte así con una impagable ventaja en un circuito donde adelantar resulta poco menos que imposible.
El nuevo proyecto de la natación artística española –la Federación Internacional ha desterrado el concepto “sincronizada”– que lidera la japonesa Mayuko Fujiki nace con una baja más que sensible. España deberá competir en el Campeonato de Europa que se disputa en Glasgow a partir de la próxima semana sin su principal figura: Ona Carbonell. La nadadora era la única baza de medalla que tenía un equipo totalmente renovado ya en el Mundial de Budapest del verano pasado. Entonces, la solista catalana salvaba los muebles colgándose dos platas en las dos rutinas de solo. Los dúos, los equipos y el combo tocaban fondo. Sin Carbonell y con dos juveniles como solistas –Iris Tió e Irene Jimeno–, las previsiones no son nada halagüeñas.
Tanto la Federación Española como la propia nadadora tratan de restar importancia a una ausencia que se conocía desde finales del año pasado, aunque no se oficializó hasta esta semana, cuando Fujiki presentó al equipo. Sin Ona Carbonell, que hace tiempo que no se entrena con regularidad. La nadadora apela a un año de merecido descanso, a la importancia menor de la competición y a un proyecto diseñado para la cita olímpica de Tokio 2020, ya que la media de edad de las nadadoras supera ligeramente los 18 años.
La realidad es que Carbonell no está precisamente descansando estos meses: lleva una frenética actividad fuera de las piscinas y sus desencuentros con la Federación y con la nueva seleccionadora afloran tras la confirmación de su ausencia en Glasgow. El primero de ellos llegó antes de su decisión de tomarse un respiro. En septiembre del 2017, la Federación firmaba un contrato con Ágata Ruiz de la Prada, que diseñará muchos de los bañadores que lucirá el equipo hasta Tokio 2020. Carbonell y la ya exnadadora Paula Klamburg, estudiantes de la Escola Superior de Disseny ESDi de Sabadell, se habían estrenado como diseñadoras de los modelos de España desde el Europeo de Berlín del 2014.
Sin ningún tipo de contrato, las nadadoras aprovechaban un uso arraigado que la Federación respetó a medias. Para esta competición, Carbonell aún debería firmar los bañadores de los solos y los dúos –que iba a nadar ella– y el del equipo técnico. En el Campeonato de España Open de Málaga del pasado abril, con Carbonell ya fuera de este Europeo y los bañadores de Ruiz de la Prada a punto de ver la luz en el Trofeo Infantas, el desencuentro era de dominio público.
Tras asumir el cargo, la nueva seleccionadora tampoco consiguió encontrar una perfecta sintonía con la que debía ser su jefa de filas. La brecha, tanto de edad como de nivel, con el nuevo equipo no contribuyó a que los entrenamientos fuesen homogéneos. Y Carbonell tenía proyectos fuera de la piscina. “Si no tienes la natación como prioridad, es imposible competir bien, necesitamos el 100% y ella necesitaba este descanso”, declaró esta semana Fujiki.
Tras debutar en la pasarela del último 080 Barcelona Fashion, Carbonell se ha centrado este año en proyectos personales. Con el visto bueno de la Federación. Este mes ha celebrado su primer campus de élite junto a Andrea Fuentes y Virginie Dedieu, que se suma a su otro campus. Una labor que ha combinado con un sinfín de rodajes de la temporada del programa televisivo Master Chef que aún no ha visto la luz y con algunas clases particulares con los hermanos Roca. Compromisos, fuera de la piscina, no le han faltado. En Glasgow, sin embargo, su ausencia se hará notoria.
DESENCUENTRO
Pese a que la nadadora diseñaba los bañadores, la Federación firmó con Ágata Ruiz de la Prada
DE LA PISCINA A LA COCINA La catalana ha debutado en la pasarela y es una de las estrellas del próximo ‘Master Chef’