La Vanguardia

Conócete a ti mismo

- Flavia Company F. COMPANY, escritora

Estos que se presentan son buenos días para aplicar el aforismo griego que da título a este artículo. Muchos de nosotros hemos ya viajado, estamos a punto de hacerlo o nos encontramo­s en plena ruta. Y es indiscutib­le que el viaje nos enfrenta a algunas novedades –dificultad­es, sorpresas, propuestas– que debemos encarar por primera vez. Y cierto es también que estar lejos de nuestro medio habitual nos anima a tomar decisiones que con testigos que pudieran contarlo no tomaríamos.

Llegué al hotel despreveni­da. No sabía que allí iba a conocer mi naturaleza delictiva. Empiezo por la justificac­ión: viajo con mochila, no puedo llevar demasiadas cosas y menos todavía si pesan. En el mostrador del hotel me informaron que mi dormitorio disponía de una pequeña biblioteca. Me relamí. No hay libros en mi equipaje. Los compro allí donde estoy, los leo y los regalo antes de irme.

Lo primero que hice al entrar a la habitación fue revisar, como adicta, los ejemplares de que disponía. Pocos. Llamó mi atención uno de Francisco Umbral, Mis paraísos artificial­es. Me pareció que me estaba destinado. Nos elegimos. Lo dejé en la mesita de noche y calculé: no me va a dar tiempo de terminarlo antes de abandonar el hotel. Y empecé a pensar en robarlo. “No se van a dar cuenta”. “Quién puede quererlo”. “Se nota que la biblioteca no la usa nadie”. “El resto de los libros son un desastre. Este no debería estar ahí”. “Yo lo voy a aprovechar de verdad”. No puedo narrar el sinfín de excusas que preparé a favor del robo. Pensé también: “La gente se lleva toallas, jabones, enchufes, kits de costura, secadores incluso, ¿no es más digno llevarse un libro?”. Hasta le veía su parte aventurera. “Atrévete”, me jaleaba a mí misma.

El día en que me iba bajé a solicitar un late check out y pedí prestado el ejemplar. Prometí que lo devolvería. Me miraron extrañados, no sé si porque pedía un libro o porque pedía permiso.

Sigo en Panamá. Devolveré el libro, que ya he terminado, y en donde casi al final Umbral escribe: “Quiero decir que adonde llega uno no es nunca adonde quería llegar, sino a otro sitio”.

Cuando viajamos estamos convencido­s de que vamos hacia un determinad­o lugar y, muchas veces, lo que allí encontramo­s es a una persona hasta cierto punto desconocid­a que somos nosotros mismos.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain