El trovador magnético
Damien Rice encandila al público a su paso por el Festival de Cap Roig
El Festival de Cap Roig acogió anoche una de las actuaciones más esperada de su cartel de este año. Se trataba del concierto del trovador irlandés Damien Rice, cuyas entradas se habían agotado con antelación. El cantautor compareció en Calella de Palafrugell, iniciando su concierto a solas, sin más compañía en el escenario que una guitarra acústica, un piano y una mesilla con un par de botellas de vino, ante un público que acogió su propuesta con el mejor espíritu.
La gala de anoche se enmarcaba en el contexto del denominado Wood Water Wind Tour, una pequeña gira por el Estado español e Italia con la que nuestro protagonista está haciendo realidad un viejo sueño personal, consistente en navegar de concierto en concierto surcando el mar en un viejo velero de madera.
Nacido en la pequeña ciudad de Kildare hace 44 años, Damien Rice afronta de modo poco ortodoxo su carrera profesional. Tras la disolución de su anterior grupo, Juniper, vivió algún tiempo en la Italia rural antes de regresar a Irlanda y publicar su disco de debut, el unánimemente aclamado 0 ,en el 2002. En los 16 años que han transcurrido desde entonces, tan solo ha grabado dos álbumes más, 9 en el 2006, y My favourite faded fantasy en el 2014. Aunque no parece que en su caso podamos hablar de sequía creativa, ya que en la gira que le llevó anoche a Cap Roig no suelen faltar un par de canciones de nueva escritura. Queda por ver si en un futuro más o menos inmediato Rice nos sorprende (agradablemente) con un nuevo trabajo, pero este detalle no parece inquietar más de la cuenta a sus seguidores, si consideramos la expectativa generada por su concierto y la cálida bienvenida que le dispensó el personal.
En efecto, el trovador fue recibido con una ovación de gala por parte de las personas congregadas en estos bellos jardines, entre ellas Xavi de la Iglesia, cantante de Blaumut. Con camisa de manga larga, el irlandés dio inicio al bolo con la guitarra entre manos y
Trusty and true, estableciendo el primer gran momento de verdadera comunión con un público constituido en entregado coro de la pieza. Rice, que encajó con humor el ruido de unos petardos que se escuchaban a lo lejos, prosiguió con la aplaudida Delicate, para dar paso a Elephant y9 crimes servida al piano. En una velada sin hoja de ruta prefijada, el músico, de magnético atractivo, se marcó un gran alarde vocal culminando The professor, así como un Cannonball interpretado aposta sin amplificación ni iluminación. La estupenda
Rootless tree al piano, y el divertido gag que hilvanó con la complicidad de una espectadora en
Cheers darlin, marcaron otros puntos de interés de su paso por el Baix Empordà.
Rice está haciendo realidad su sueño de navegar de concierto en concierto en un viejo velero de madera